Entrefinos: Vanguardia condimentada con tradición

En el centro de Almería, el servicio personalizado hace que sus clientes siempre quieran volver

La Voz
07:00 • 27 mar. 2019

Ir a Entrefinos significa estar en casa. La atención personalizada de su equipo hace de este lugar un sitio con mucho encanto donde se fusionan la cocina más tradicional con la vanguardista. 



A pocos metros del Paseo de Almería, a la espalda del emblemático edificio de Correos, está ubicado este establecimiento, donde los comensales van a dejarse seducir por sus tapas típicas, servidas en su taberna. Sin embargo, Entrefinos es mucho más, pues si nos sumergimos en sus instalaciones descubrimos un restaurante de primera calidad que cuenta con un servicio especial y recetas más elaboradas, para los paladares más exigentes.



El ambiente que se respira en Entrefinos le otorga un atractivo especial que hace inevitable pasarse a degustar cualquiera de sus platos si te paseas por el corazón de Almería. 



Su afán por ofrecer los mejores productos a sus clientes hace que Paco Morales, su gerente, visite cada día el Mercado Central de la capital para conseguir los alimentos más frescos y de gran calidad. En su carta podemos encontrar carnes, pescados y verduras de la principal huerta de Europa: la de Almería. 



Además de su Solomillo Mozárabe, que fue premiado, Entrefinos dispone de una amplia carta de tapas que van renovando de forma continua. Por ejemplo, este año que Almería luce orgullosa su título de Capital Española de la Gastronomía, en Entrefinos han demostrado porqué la ciudad se merece esta distinción. Para ello han elaborado un plato muy especial: rape con salsa de almendras, del cual agotan sus existencias a diario.






“Nuestro principal objetivo es que la gente venga a Entrefinos a disfrutar de nuestra cocina y del buen ambiente, además de la atención personalizada que le damos siempre a nuestros clientes” asegura Morales. 



Más allá de su rica cocina servida en tapas y platos especiales, en Entrefinos se brinda con los mejores vinos de Jérez como la manzanilla, palo cortado, amontillado o Pedro Ximénez. Caldos que difícilmente se encuentran en la ciudad, convirtiéndose el establecimiento en el mejor aliado para los amantes de esta bebida.


Su equipo trabaja a diario para reinventarse sin perder su tradicional esencia, que les ha llevado a ser uno de los restaurantes más consolidados de la capital, el cual se ha ganado su buena fama a pulso, así como la confianza de todo el que pasa por allí, que siempre quiere volver.



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