No le dio tiempo a verlo, a disfrutar y sentir el reconocimiento de toda la ciudad a la labor que realizó durante años ayudando, con sus manos, a venir niños a esta ciudad en unos tiempos difíciles en los que dar a luz era casi un reto.
Dolores Gloria Sevilla, la comadrona de Pescadería, tiene una calle, en realidad una plaza, en su barrio después de que la asociación ‘La Chanca a mucha honra’, la asociación ‘La Traíña’ y la hermandad Virgen del Carmen recogiera firmas, presentara un escrito en el Ayuntamiento de la capital y de que el pleno le diera el visto bueno. No pudo llegar a verlo pero sí que la ‘madre’ del barrio de pescadores se marchó sabiendo el cariño que sus vecinos le profesaban.
Sus ojos llenos de ilusión y emoción al conocer la iniciativa estará siempre en la memoria de los que la conocieron cada vez que pasen por esa calle. Y es que cuando le contaron la idea, a pesar de que a sus 98 años y tras algunos achaques motivados por la enfermedad, estaba encantada.
La historia de Dolores Gloria Sevilla es la de una de esas mujeres cuyos únicos estudios fueron la tradición y la experiencia, además de contar con un don innato que le llevó a que nunca fracasara en sus partos, y es que en sus manos había vida.
La primera vez que atendió un parto le llego de forma inesperada. Se pusieron de parto en su casa y su madre la cogió de la mano, dieron un paso al frente, y entre ambas, que no sabían nada más allá de lo que la naturaleza les marcaba, la atendieron.
Después, ya casada, una mujer del barrio la llamó porque estaba a punto de dar a luz. Ella la atendió sin miedo y, a partir de ahí, la luz de sus manos sirvió para alumbrar la vida de multitud de niños en Pescadería en una época en el que se carecía de casi todo, hasta de atención médica permanente.
Para todos
Gloria siempre estuvo para todo aquel que la buscó. Era la madrina de más de la mitad de los niños del barrio y es que en esos tiempos difíciles ejercía de enfermera en las casas de las recién paridas para ayudarles a bañar a los pequeños, curaba a ambos y cuentan que incluso, en más de una ocasión, les llevaba algo de comida a aquellos que no tenían fácil el sacar adelante a los niños.
Atendía la comadrona de Pescadería a toda parturienta que la necesitara desde la calle La Reina a La Chanca, pero también hubo quien al cambiar de casa y marcharse a los nuevos barrios de El Tagarete o las 500 Viviendas venían con su bicicleta a recoger a Gloria. Y es que hasta cuando llegaron las profesionales preguntaban ante un posible parto a las futuras madres “¿te ha visto Gloria?”. Si la respuesta era afirmativa, llegaba la tranquilidad porque sabían que estaba en buenas manos.
Cuentan sus hijos Ignacio y Gloria que una vez atendió un parto de unos gemelos con muy poco peso. Ante el miedo de la madre a que no sobrevivieran, su madre los metió bajo sus pechos e ideó un mecanismo para darles calor con botellas de agua caliente y ambos salieron adelante. No había entonces incubadora pero la experiencia y ese don de dar vida le permitieron buscar la forma de que ambos siguieran adelante.
Biografía
Dolores Gloria Sevilla nació el 30 de marzo de 1918 en Balerma, localidad que abandonó con solo cinco años junto a su familia para trasladarse al que sería su barrio de por vida, Pescadería. Allí se casó y tuvo 7 hijos. Le tocó vivir la Guerra Civil e incluso ver morir a su suegra mientras corría con su hija a buscar refugio en las Cuevas de las Palomas. Fue siempre una mujer reivindicativa que apoyo todas las reclamaciones de los pescadores de su barrio.
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