Regiones salió según lo previsto, Dios cuando quiso

Nunca salgáis a ver una procesión con una idea preconcebida sobre dónde y cómo la vais a disfrutar de veras porque os equivocaréis. La cosa no va así. Será Dios quien te regale el momento, quien te coja el pellizco. Él decidirá el cuándo, el cómo, el dónde y el porqué. Yo, que llevo ya unas cuantas Semanas Santas a mis espaldas, este domingo he caído en ese error. Pensaba que iba a disfrutar de los aires trianeros que tiene la Hermandad de la Estrella cuando se hace cofradía y resulta que, el mensaje, el sentimiento bonito, me vino por otro lado.

Estuve tomando notas sobre nombres de marchas para poder contaros que, tras la salida del misterio, sonó 'Hermanos de Jesús', anoté que el presidente de la Diputación y el diputado provincial de Cultura estuvieron viendo salir a Regiones y que Ana Mar le regaló al Señor de las Penas la primera saeta de 2019 y, mientras pasaba, yo seguía sin disfrutar de mi momento. Volvió a sonar el llamador y, tal y como me chivó un músico de la Banda de Cornetas y Tambores 'las Angustias', sonaron 'Silencio Blanco' y 'Triana' y, a pesar de que me gustaron los sones flamencos de la segunda marcha, nada. El cortejo se alejó y yo me quedé con la sensación de que no iba a ver a Dios donde esperaba verle.

Así que volví a desandar mis pasos, recorrí en sentido inverso las filas, sobrepasé a las mantillas y me volví a plantar en la puerta del patio de las escuelas de San Isidro Labrador a ver si era con la Virgen de la Estrella con quien disfrutaba de mi momento bonito. ¡Pues tampoco! Ni con el estreno de la marcha 'La Estrella que nos guía' por parte de Los Iris, ni con la petalá, ni mucho menos con la saeta del Niño de las Cuevas.

¿Solo voy a ver salir a la cofradía? ¿De verdad? ¿Sin pellizco? ¿Sin Dios? Menos mal que Dios es grande. ¡Enorme!

Ocurrió en la Avenida del Perú, me encontré con mi amigo Balta, juntos estuvimos hablando de Regiones en la calle, juntos sonreímos, juntos compartimos inquietudes y el amor por nuestra Semana Santa. ¡Y ahí estaba Dios! Enseñándome la importancia de compartir emociones con los amigos. A veces hay que salir a ver procesiones para recordar que Dios está en quien tienes al lado y en el amor que le das.