Compromiso bajo el sol en el barrio de Los Ángeles

Ante María Santísima de Los Ángeles, aún dentro de su casa de hermandad, y con la luz del sol brillando con fuerza en el barrio: así le pidió matrimonio Juanfran, costalero del palio, a Tamara, hermana de la coporación del Domingo de Ramos. 

Hubó “sí, quiero”, ovación de la cuadrilla y, por lo tanto, un compromiso. Esta anécdota con la que comenzó la estación de penitencia de los hermanos de Los Ángeles es, en realidad, solo una muestra de lo que la hermandad habría de hacer en las horas sucesivas en la calle: renovar su compromiso con la ciudad de Almería, como hace cada año.

Brillo
Si el refrán dice que hay tres jueves al año que relucen más que el sol, la sabiduría popular tendría que hacer una excepción para incluir en el dicho el Domingo de Ramos de este 2019, protagonizado por la ausencia total de nubes y, al menos hasta primera hora de la noche, sin que el viento hiciera acto de presencia.

Si la Hermandad de Los Ángeles se comprometió con Almería en aquel 2018 en el que la lluvia provocó incertidumbre, mojó a muchos y trajo un diluvio de críticas, cómo no iba a hacerlo en un día como este, que brilló más que el sol.

También brillaba, por primera vez, la delantera del paso de misterio. No en vano, esta parte del paso del Cristo de la Misericorida lucía dorada por primera vez en su vertiginosa vida.

Y no fue esta importante novedad la única que atrajo miradas en el Domingo de Ramos de Los Ángeles: junto al Cristo de la Misericordia aparecían los recién estrenados san Juan evangelista y María Magdalena que vienen a sumar a un proyecto de misterio que, si bien ha cambiado en numerosas ocasiones a lo largo de su corta historia, parece encontrar por fin su camino definitivo.

Azul

Entraba el paso de misterio en la calle Granada para buscar la salida del barrio y llegar al centro de la ciudad y, en la parte alta de la calle Inglés reviraba un palio único.

María Santísima de Los Ángeles, con su mechoncito moreno al aire y su manto azul, bajaba del barrio orgullosa, porque “la alegría no está reñida con la elegancia”, recordaba un miembro del cuerpo de capataces a la cuadrilla que anda bajo una de las devociones con más fuerza de Almería.

Lo hacía iniciando una alianza musical, por cierto: Santa Cecilia, de Sorbas, ponía por primera vez sus sones a la Virgen de Los Ángeles. Y sí, ella bajaba orgullosa porque, como recuerda el broche que le ha regalado su cuadrilla, ni la lluvia pudo pararla. Y eso, guste o no, es compromiso.