Libermoto presenta su nueva versión de la Kawasaki 750Z

Libermoto nos cito el otro día para darnos a conocer su nueva creación , que no era otra que la personalización realizada en la Kawasaki 750 Z, inspirada en la decoración que llevaba Kawasaki cuando competía en el mundial de velocidad.

Como en versiones anteriores la idea parte del colaborador de Libermoto , Kevin Cremer, el cual cuenta con la inestimable ayuda de Juan Fco. Muley de Brothers Publicidad, que se ha encargado de realizar todas las pegatinas que lleva la moto.

El 90% de los accesorios que se le han montado a la moto son de la marca BARRACUDA, como el manillar de sección variable, los espejos, el porta matriculas, los intermitentes led, la luz de matricula led, etc.

Esto hace que la Kawa no pase inadvertida a los ojos de cualquier buen aficionado al motociclismo y que sea un buen reclamo para aumentar las ventas. Según nos comento Jorge Huete, esta nueva realización esta teniendo un gran éxito no solo aquí en Almería, sino también en toda España ya que ha recibido varios encargos. Una novedad en la Kawa es la horquilla de 41 mm de diámetro y 120 mm de recorrido ajustable en hidráulicos, que ahora es invertida, y el amortiguador trasero, con depósito de gas separado –nitrógeno-. Usa el sistema progresivo de bieletas Uni-Track y es regulable en compresión y en tres posiciones de muelle.

Si nos centramos en el motor, la Z 750 usa sus 748 cc y casi 100 cv para tener una mejor respuesta, más equilibrada y enérgica, pero su secreto está en el nuevo sistema de inyección, que está controlada por una unidad de control electrónica (ECU) de alta precisión. Esto provoca que los nuevos inyectores pulvericen la gasolina de manera más fina y difusa.

Sentarse en esta naked es sentir la provocación de girar la llave y engranar la primera, para coger cual ruta y poder disfrutar de ella. El manillar está en una posición relativamente cerca del asiento y a una altura que resulta cómoda y natural. Tiene un mullido justo para no quejarte pero tampoco sobra nada. Por otro lado, la parte reservada para el pasajero está en otro nivel. Esto hace que el espacio para el conductor esté limitado por el depósito y colín, por lo que, en conducción deportiva, cuando la posición “de piloto” se retrasa, toca el colín: queda un poco justa para los motoristas más altos.