El chico de Arboleas que es un investigador “de gran relevancia internacional”

Hace 38 años nacía en Granada Pedro José Parra-Rivas. De madre granadina, pero de de padre almeriense, Pedro José se crio en el pequeño municipio de Arboleas desde donde despegó su carrera hasta convertirse en “un investigador de gran relevancia internacional” según la Consejería de Universidades, Investigación e Innovación. 

Cuando acabó la educación obligatoria en la provincia almeriense, Parra-Rivas se trasladó de ciudad para licenciarse en Física en la Universidad de Granada. Tras realizar un Erasmus en Berlín y finalizar sus estudios, Pedro José se trasladó a Salamanca para hacer un máster en Matemáticas, y de ahí se trasladó a las Islas Baleares. “Allí comencé con con unos proyectos de investigación , primero de seis meses, luego me los iban ampliando, y también estuve trabajando en el centro del CSIC en Mallorca. Empecé a a trabajar en sistemas no lineales y solitones, pero claro, la situación en España para conseguir una beca para el doctorado no era muy buena y por eso, me propusieron que me fuera al extranjero y hacer un doctorado conjunto entre Bélgica, en la Universidad Vrije, y las Islas Baleares”, cuenta el investigador. 

Los años en los que acumuló experiencia en el extranjero, un total de nueve en Bélgica y tres en Roma, le llevaron a convertirse en uno de los 42 científicos elegidos en la tercera convocatoria del Programa Emergia.

Apuesta de la Junta

Se trata de una de las apuestas estratégicas del Ejecutivo autonómico para fomentar la I+D+i de la comunidad y reforzar su capital humano. Asimismo, tiene como finalidad atraer investigadores con trayectoria brillante, de cualquier nacionalidad y con capacidad de liderazgo por un período de cuatro años con el fin de que contribuyan a  fomentar la investigación científico-técnica de excelencia en la región. 

Sin duda, Parra-Rivas cumple con este perfil y , lo más curioso es que, tantos años de trabajo fuera, le han vuelto a traer de nuevo a su tierra: el investigador desarrollará su labor científica en el ámbito de la Física en la Universidad de Almería, donde centrará su investigación en el campo de la física no lineal. “En particular, este proyecto investiga la formación de solitones en el contexto de lo que se denomina ‘luz estructurada’, la luz que emerge debido a la interacción no lineal con la materia y que posee muchos grados de libertad (cada grado se puede ver como un parámetro que podemos modificar para controlar el sistema) y diferentes escalas espacio-temporales”, explica. 

Objetivo del proyecto

Los solitones son estructuras tridimensionales muy frágiles, es decir, si se forman, cualquier perturbación puede destruirlos. En este sentido, uno de los principales objetivos de la investigación es la estabilización de estas estructuras mediante diferentes estrategias. “Esta estabilización nos permitiría controlarlas y por tanto, utilizarlas en varias aplicaciones tecnológicas en el campo de las telecomunicaciones y computación, entre otras”, detalla el científico. 

Éxito personal

Este no sólo ha sido un éxito para Pedro José Parra-Rivas en el plano profesional, sino que también lo ha sido en el plano personal. “Cuando me fui al extranjero lo hice sin pensar mucho en si iba a volver, pero claro, al cabo de tres años, cada vez que venía pues pensaba lo bien que se estaba aquí, estoy cerca de mi familia, de mis padres, de los amigos, del pueblo y tal... y poder venir ahora, es reunificar todo eso poder estar donde me siento bien y estar cerca de la familia y los amigos. Tenía ganas de volver. Entonces, a nivel personal, es todo”, cuenta emocionado el investigador. 

En cuanto a la UAL, Parra-Rivas asegura que puede aportarle mucho a esta universidad que a pesar de ser pequeña, no para de crecer. “Puedo traer colaboradores de 50 países diferentes, crear una nueva línea de investigación y sobre todo contribuir en lo que puede hacer a esta universidad un sitio más reconocido a nivel internacional en el ámbito de la investigación”, concluye.