“El hombre debe asumir un papel secundario en el movimiento feminista”

Entrevista a Ana Pérez Cobos, psicóloga, activista cultural y feminista

Ana Pérez, en una terraza de Almería con la Alcazaba al fondo.
Ana Pérez, en una terraza de Almería con la Alcazaba al fondo. La Voz
Miguel Cabrera
07:00 • 21 ago. 2019

Ana Pérez Oteros (Córdoba, 1985) es psicóloga, activista cultural y feminista “radical”, aunque se identifica con todos los tipos de este movimiento. Y bien que lo demuestra, defendiendo sus ideas de forma enérgica, con uñas y dientes. Pertenece al colectivo Objetivo Feminismo, que un año más apoyará a víctimas de agresiones en la Feria de Almería.



Aunque nació en Córdoba, y a pesar de declararse “un poco apátrida”, reconoce que se siente “incluso más almeriense que muchos almerienses”, porque se marchó a vivir a Inglaterra y, “aún viendo cómo están las cosas”, decidió volver. Participa desde 2012 en el movimiento cultural La Oficina y trabaja como “psicóloga sin fronteras en el Consulado de Ecuador en Málaga, donde ofrece apoyo psicológico y desarrolla el trabajo administrativo.



No sé si usted, que ha vivido en varias ciudades andaluzas, estará de acuerdo con Acción por Almería en su defensa de la cultura y el flolclore propio.
 Andalucía no es solo occidental, hay otra, la oriental, a la que no se tiene nada en cuenta. El folclore que vemos es el más occidental, hasta el punto de que incluso el nuestro parece extraño.



Esto puede verse en la Feria.
En la feria de Almería no debería haber solo sevillanas, sino también más folclore de la zona, más que nada porque se puede perder. Y eso es una pérdida cultural impresionante, perdemos nuestra identidad, parte de nuestra historia.



¿Le falta algo más, a su juicio?
Echo de menos una feria  más diversa, aunque está estupendamente. Y cuanto más se escuche a la población migrante, mejor. Además la música de otros países tiene mucho que enseñarnos, de hecho muchas de nuestras raíces vienen de ellos.



¿La cultura en Almería es un desierto o…
¡Es un vergel! (interrumpe rápidamente)



Iba a decir o un cultivo intensivo, quizás…
Es algo más natural. Aquí la gente no dejaba de quejarse de que no se hacían cosas, pero no paran de hacerse. Y dices: ¡bueno, si esta ciudad es muy activa, mucho más que otras ciudades! Y está mucho más diversificada. Almería es la provincia con más diversidad genética de España, somos frontera y hay mucha variedad. No es un cultivo intensivo,  ha salido poco a poco, de forma natural ,  gracias  también a la diversidad genética y a ser frontera.




¿Las nuevas tecnologías ponen en peligro la cultura?
No hay que criticarlas como algo que puede destruir, sino como una forma muy importante de enriquecer a la sociedad. Claro que nos ha quitado algunas libertades y cosas que nos han ido bien, pero tenemos que ver las buenas que nos han dado, es necesario adaptarse.


Vayamos con su lado feminista. ¿En que consiste la acción de Objetivo Feminismo en la Feria?
Se trata de puntos morados de información,  para resolver dudas sobre cualquier agresión de expresión de género o de orientación sexual, o atender a cualquier víctima. Son personas muy formadas que te van a tratar con la máxima empatía. Van a acompañarte, mientras llegan las fuerzas del orden, pero  hacen una labor extra,  de empatizar.


Dice que se identifica con todos los tipos de feminismo. ¿También con el que puede llevar en volandas a Juana Rivas a la cárcel, al ‘animarla’ a delinquir y echarse a la calle sin una adecuada información sobre el caso?
Yo con Juana Rivas sí que tengo un vacío. Conozco el asunto y apoyo a cualquier madre que denuncie y no se le haga caso, y que tome medidas para salvar su vida y la de sus hijos. Debemos apoyar a las mujeres para que no tengan que ser tan valientes y hacer lo que hizo ella.


¿Considera igualitario y adecuado que el Código Penal castigue con más dureza, en una pareja, al hombre que a la mujer por el mismo delito?
Sí, totalmente, y de hecho esto se ha conseguido gracias al movimiento feminista. Y es que no estamos igual. Vivimos en una sociedad en la que estamos en una pirámide. Muchas mujeres estamos en una base de micromachisno: a través del mismo esfuerzo no llegamos a los mismos puestos de trabajo, y en el mismo trabajo no ganamos lo mismo; en nuestra casas tenemos más vinculación con las tareas domésticas, tenemos responsabilidades de nuestros hijos. 

Luego están los abusos y agresiones, que son la mitad de la pirámide. Y en la cúspide están las asesinadas. Nunca menos de una víctima a la semana en España. Esto es un problema social y estructural, y justifica el cambio en el Código Penal.


Desde otros ámbitos se ve en esta modificación que se convierta a todos los hombres en maltratadores potenciales a ojos de la ley.
Que cada semana una o dos mujeres sean asesinadas en España es un problema social. El terrorismo machista ha matado a más mujeres en menos tiempo que ETA. Los datos lo avalan. Las mujeres son asesinadas por los hombres.  La ley se hace porque existe un problema estructural, acorde a él, para proteger a la víctima.


¿Qué papel debe  jugar el hombre en esta ‘lucha’?
Es importante que los hombres se informen sobre el feminismo y lo pongan en práctica. Que revisen sus conductas machistas y que sean autocríticos, repensarse. Esto se hace a través de escucha activa, prestando atención sin estar dando opinión y sin ponerse a la defensiva. No debe liderar el movimiento, sino asumir un papel secundario. ¡Si fuese un partido de fútbol, el hombre debe ser el público y animar a su equipo!




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