“Esta no es la alegría que nos hubiera gustado tener”. La frase y el semblante serio de Gabriel Amat, presidente provincial del PP y alcalde de Roquetas de Mar, la noche de este domingo electoral lo resume mejor que cualquier análisis de datos.
La mejora de resultados que el PP de la provincia ha tenido respecto a la cita de abril (3.800 votos y tres puntos más), el hecho de que su tradicional rival de la izquierda, el PSOE, haya ganado pero con desgaste (-10.500 votos) y la constatación de que en Almería solo la derecha sube (excepto Ciudadanos y a costa de este) serían argumentos más que sobrados para una alegría sin matices. Teniendo en cuenta además que el PP se ha cogido de la mano de Vox para gobernar en varias instituciones, como la Junta de Andalucía y algunos ayuntamientos, la alegría, a priori, debería ser compartida por ambos ‘socios’ ante su suma de fortalezas. Entre ambos han crecido 21.500 votos.
La respuesta a la circunspección del PP hay que encontrarla precisamente en lo que dicen los datos más allá de los números: que el compañero circunstancial de viaje amenaza con quitarle la silla. O, lo que es lo mismo, en desplazarlo electoralmente en los que han sido tradicionales graneros de votos del Partido Popular.
Es lo que ha ocurrido este domingo. Vox ha confirmado que los resultados que obtuvo hace seis meses en las generales, cuando ya ganó en El Ejido, Balanegra y Níjar y consiguió situarse segundo en otros del Poniente, no fue una circunstancia aislada.
Ya entonces los de Abascal cosecharon sus votos casi en su totalidad procedentes del PP. En esta ocasión, ambos se aprovechan de la debacle de Ciudadanos -que pierde 33.600 votos en la provincia- pero el PP no consigue con ello evitar el ‘sorpasso’ de Vox, que se sitúa como segunda fuerza política por detrás del PSOE, con un crecimiento de 17.700 votos y casi 8 puntos. Vox le ha sacado al PP 2.600 votos de ventaja (80.397 frente a 77.751) en toda Almería.
Aumenta la brecha
La ventaja se cimenta sobre todo en los grandes núcleos de población de la comarca agrícola por excelencia, el Poniente. Ahí, Vox ha ganado en todos los municipios de lo que fue el antiguo Campo de Dalías (Adra, Balanegra, El Ejido, La Mojonera, Vícar y Roquetas). En esta comarca, el diferencial entre Vox y el PP es todavía mayor y, sobre todo, creciente. Si en abril la formación de ultraderecha sacó a los populares 3.618 votos (casi 25.000 por 21.300 del PP), en noviembre la brecha crece: 6.669 votos los distancian (29.845 de Vox por 23.176 de los populares, a pesar de su mejoría).
La conclusión parece obvia: el discurso de recetas simples del partido verde en relación con la agricultura y la inmigración ha sido recibido en estas zonas como si se tratara de un bálsamo de Fierabrás que fuera a sanar las heridas del sector. Y el PP, que hasta ahora ganaba con facilidad en esos municipios, se ha visto sobrepasado por una competencia arrolladora.
Más datos apuntalan esta conexión de los resultados de Vox con la agricultura y sus zonas de influencia. En Níjar, otra comarca de producción agrícola y fuerte presencia de inmigrantes, Vox gana en noviembre como lo hizo en abril, y lo hace ampliando la distancia electoral que lo separa del PSOE, por un lado, y del PP, por otro, pese a que este crece ligeramente respecto a abril. Así, el partido de Abascal consigue ponerse 754 votos por encima del de Casado frente a los 476 que le sacó de más hace seis meses. A los socialistas Vox les ha ganado en noviembre por 690 votos, cuando en abril su ventaja fue de solo 54.
La capital ha sido otro de los graneros de voto de Vox. Los ultra han sobrepasado los 21.000 apoyos, con un crecimiento de 4.600. Aunque aquí son tercera fuerza -por encima de Ciudadanos, parte de cuyo voto absorbe- lo cierto es que estrecha la diferencia que le lleva el PP: hace seis meses los populares les ganaron por 5.553 votos, ahora por solo 3.400. Vox se ha impuesto en dos docenas de mesas electorales de La Cañada, El Alquián, Loma Cabrera, Los Cortijillos, San Vicente, Los Medina... todo zonas agrícolas. Por eso no había alegría en el PP este domingo.
La izquierda pierde en conjunto 15.000 votos
El PSOE volvió a ganar las elecciones este domingo en la provincia de Almería, como ya ocurrió en el mes de abril. Sin embargo, lo hace con una ligera pérdida de voto, que en términos absolutos fue de 10.000 sufragios y en términos porcentuales no llegó a un punto (del 30,1% al 29,4%). Los socialistas conservan así los dos diputados que ya obtuvieron hace seis meses, pero no logran el tercero al que aspiraban. Pierden, además, un senador al quedar Juan Carlos Pérez Navas sin escaño. En el bloque de la izquierda también experimentó una ligera bajada Unidas Podemos, traducida en 4.900 votos menos y unas décimas de descenso. El partido de Iglesias no tenía representación en el Congreso por Almería y se ha vuelto a quedar sin ella.
Los grandes beneficiados de la estrepitosa caída de votos de Ciudadanos han sido, por tanto, Vox y el PP, pero también la abstención. La repetición electoral ha dejado en sus casas a 26.000 personas más que en abril. En total 157.000 electores censados en la provincia de Almería han desistido de ejercer su derecho al voto en esta nueva convocatoria de comicios.
Los casos de Vera y de Huércal de Almería
Dos de los municipios en los que Vox ha sido la fuerza más votada en estas últimas elecciones generales se escapan a la lógica que parece conducir los resultados en el resto, esto es, el discurso sobre agricultura e inmigración. Se trata, por un lado, de Huércal de Almería, municipio de 17.000 habitantes del entorno de Almería capital y sin actividad agrícola, y de Vera, por otro, localidad del Levante eminentemente turística y comercial, con en torno a 15.000 habitantes.
En Huércal de Almería, la formación de ultraderecha ya dio una campanada de aviso en las elecciones de abril, cuando resultó ser el segundo partido, a 500 votos del PSOE. Ahora ha sobrepasado a los socialistas por más de 400 sufragios y se ha colocado en cabeza. El PP sigue tercero y lo que en abril eran 600 votos de ventaja de Vox sobre los populares, en noviembre esa distancia se ha multiplicado por dos hasta superar los 1.100 votos.
En Vera, otra gran sorpresa de la jornada de este domingo, Vox ha crecido en unos 600 votos y eso le ha hecho escalar desde la cuarta posición que tuvo en los comicios del mes de abril hasta la primera. También aquí revierte la situación y sobrepasa al PSOE, pero, sobre todo, al PP, partido que hace seis meses le sacó 400 votos de ventaja y al que ahora los de Abascal superan en 200 votos.
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