José Esteller Ortiz: “De media, ganamos de 3 a 5 kilos en Navidad”

¿Es la Navidad una época de excesos?

Sí. Está todo muy concentrado en pocos días y todo se celebra alrededor de la mesa. Aparecen las comidas de empresa, de amigos y las inevitables Nochebuena y Nochevieja. También existe, en estos días, una gran oferta de alimentos altamente calóricos como los bombones, turrones y mantecados, que, para más inri, en algunos supermercados lleván expuestos desde octubre.

A la hora de preparar alguna dieta, ¿permiten que se hagan excepciones en estas épocas del año o son tratadas como cualquier otra?

La palabra dieta ya se asocia a algún tipo de restricción, así que, si conseguimos concienciar al paciente, deben ser tratadas como cualquier otra época del año, haciendo especial hincapié en que un exceso puntual, que durante las fiestas pueden ser cuatro o cinco comidas, no afecta al objetivo final.

Parece utópico poder compaginar una dieta equilibrada con los excesos navideños, ¿es así?

Es muy difícil porque tenemos muchas tentaciones, pero dentro de una dieta equilibrada también existen los alimentos denominados de consumo ocasional y, si realmente se ingieren de forma puntual, no deberíamos tener mayor problema en continuar con nuestros hábitos dietéticos una vez terminadas las fiestas.

¿Qué consejos debemos seguir para no ganar peso en Navidad?

La estadística señala que la mayoría cogemos entre tres y cinco kilos en estas fechas. No se trata tanto de restringir, sino de incrementar las medidas propias de unos hábitos saludables: seguir comiendo cuatro o cinco veces al día, emplear elaboraciones sencillas o aprovechar las vacaciones para hacer más ejercicio físico. Y, para los días más señalados, evitar fritos y rebozados, cuidar las raciones y comer de todo, pero poco. Para ello, podemos emplear una vajilla más pequeña, servirnos en nuestro plato en lugar de estar picando del centro e intentar no repetir. Como entrante, elegir algún plato poco calórico, alguna ensalada o un consomé y, como segundo, preferiblemente algo de pescado o marisco. Seleccionar embutidos magros como el jamón serrano o la caña de lomo, intentar limitar el alcohol, en especial las bebidas espirituosas, cortar los turrones y preparar los dulces justo en el momento de servirlos, así evitaremos picarlos cada vez que pasemos por delante de la bandeja. Y, en la medida de lo posible, intentar no alargar mucho la sobremesa.

¿Notan ese incremento de gente que se propone perder peso con motivo del nuevo año?

Sí, claro. Año nuevo es la época de los buenos propósitos y todos queremos aprender inglés, dejar el tabaco, ir al gimnasio y, por supuesto, empezar la dieta, pero mejor el día 7, que pase la noche de reyes y el roscón... Al final, es el efecto lunes. Vamos posponiendo y no se mantiene esa motivación.

¿Es la prevención el mejor tratamiento?

Sin duda, si entendemos por prevención el tener unos hábitos de vida saludables, tener una alimentación equilibrada y realizar ejercicio físico de forma regular. Pero, para ello, también es necesario educar e informar correctamente a la población, ya que existen intereses comerciales y mitos en la industria alimentaria.

¿En que errores suele incurrir la gente cuando quiere perder peso?

En la inmediatez. Todos queremos perder peso y lo queremos perder ya.Da igual si el peso ha subido progresivamente durante 10 años, queremos perderlo en un mes. La OMS recomienda una pérdida de peso de entre 0,5 y un kilo a la semana y, cuando se lo cuento a los pacientes, siempre les parece poco peso, y no existen las dietas milagro. O sí existen, pero a costa de tu salud. Otro error muy frecuente es no acompañar la pérdida de peso con el ejercicio físico, que es fundamental. No entiendo una dieta equilibrada sin el deporte, que es positivo a todos los niveles, tanto fisiológico como psicológico.