Los Santos Inocentes, el día que todo vale

Cada 28 de diciembre la credibilidad de las personas se derrumba de forma estrepitosa. Se trata del día en el que cualquier ‘trola’ es válida, en el que cualquier historia rocambolesca puede salir a la luz y en el que las mentiras abundan más que la verdad. Es el día de los Santos Inocentes, una bonita fecha que ha trascendido, incluso, hasta los medios de comunicación o portales de internet, donde divertidos y simpáticos bulos se extienden con el objetivo de calar en algún usuario y hacerle víctima de la famosa inocentada.

La celebración del día de los Santos Inocentes es muy curiosa. Se trata de una tradición cuyos orígenes se encuentran en la leyenda de la matanza de niños que ordenó el rey Herodes con el objetivo de asesinar al Niño Jesús. En la Edad Media, esta historia se desvirtuó de tal forma que empezó a ser una fiesta pagana, como preludio del Carnaval, tratándose de una jornada de desenfreno, ya que todo estaba permitido y la culpa no recaía en nadie, por lo que se cometían todo tipo de barbaridades que quedaban impunes.

Actualmente, con este espíritu de impunidad, continúa siendo un día para hacer bromas, pegar muñecos de papel en la espalda de algún descuidado y buscar las noticias falsas de los medios de comunicación.

El destino ha querido que estos días se celebren en mitad de las vacaciones navideñas, en las que el amor, la generosidad con el prójimo o estar con la familia son omnipresentes.

Pero, si nos paramos a pensar, la jornada del 28 de diciembre representa todo lo comentado, ya que es un día para demostrar el amor a las personas más cercanas, pero siempre con un amplio sentido del humor, y es que el juego consiste en sacar de quicio a aquellos seres queridos, intentar que se crean alguna mentirijilla y, por supuesto, decirles eso de “inocente” antes de las doce de la noche.