Planes para recibir el año de forma distinta

Cena familiar, televisión puesta y doce uvas que den la bienvenida al año nuevo. La Nochevieja es uno de los momentos más especiales del año, una fecha cargada de simbolismo que la mayoría celebra en casa acompañado de sus seres queridos. Sin embargo, cada vez son más los que deciden cambiar estos hábitos y despedir el año con otras alternativas. Y es que hay un sinfín de empresas que ya ofrecen la posibilidad de vivir una Nochevieja diferente.

Recibir el año nuevo en el extranjero es una opción para aquellos afortunados que cuentan con varios días libres en estas fechas. Viajar se ha convertido en algo recurrente, y la magia con la que también se vive la Navidad en otros países ha hecho que muchos decidan darse un capricho para el 31 de diciembre.

Tomarse las uvas en la nieve tras una intensa jornada de esquí es un recurso por el que muchos almerienses optan, sobre todo, teniendo en cuenta la cercanía de Sierra Nevada. Y, si no, siempre está la opción de alquilar una casa rural, para aquellos que buscan más tranquilidad e intimidad.

Los cruceros son otro plan que está al alza en Nochevieja. Sus lujosos salones y el mecer de las olas conforman un escenario idóneo para pasar una noche inolvidable con cena, música en directo, celebración y, por supuesto, baile de fin de año incluido. Todo, al más puro estilo Titanic, aunque con un final feliz, claro.

Además, la opción de reservar una noche de hotel, tanto en pareja como en familia, y cenar por todo lo alto con el mejor servicio y la mejor gastronomía, es una comodidad que cada vez más alojamientos ofrecen, abriendo sus puertas durante estos días tan especiales.

Sea como sea, lo importante es disfrutar una de las noches más mágicas del año, siempre que las obligaciones lo permitan, y es que todos estos planes propuestos existen gracias al esfuerzo de todas aquellas personas que pasan su Nochevieja trabajando para conseguir que los demás puedan vivir inolvidables momentos.

No obstante, hasta aquellos que tienen que estar toda la noche en su puesto de trabajo saben encontrar un hueco para comerse las uvas y empezar el año con el pie derecho, y es que las tradiciones hay que respetarlas. Sobre todo, en estos momentos tan señalados. Ya solo queda esperar a las campanadas.