“Almería ya tiene una procesión extraordinaria programada el 26 de septiembre”

Vamos a tener que aprender a hacerlo por primera vez en nuestras vidas: ¿Cómo se vive una Semana Santa sin estaciones de penitencia, sin visitar los Monumentos y sin ir a los Oficios?

Puede ser una llamada, primero a vivir con hondura y profundidad estos días santos sostenidos por las celebraciones a las que podamos tener acceso por televisión, radio o internet, dejando que el “no hacer” cosas exteriores deje paso a la vivencia interior, que al final es la crucial. Y segundo, puede ser también una invitación a hacer memoria de lo que somos y tenemos (como cristianos y cofrades) a valorarlo mucho más, y a afrontar este momento con el corazón abierto a interpretar a la luz de la fe los acontecimientos difíciles que atravesamos. 

Este año iba a ser especial para el mundo cofrade almeriense por el cambio y ampliación de Carrera Oficial y ha terminado siendo histórico por otros motivos. ¿Dejamos todos esos cambios para 2021 y que el reencuentro sea aún más especial?

Sin duda, iba y va a ser especial. Me gusta repetir que Dios siempre nos sorprende. Todos los proyectos nuevos para este año, si Dios quiere, quedan pospuestos para estrenarse en 2021. La cuestión es que el itinerario procesional de este año está siendo una verdadera Calle de la Amargura hacia el Calvario y la resurrección, con una cruz grande y dolorosa. No puede ser más propicia esta “carrera oficial” histórica para estar más unidos e identificarnos con Jesucristo, que sabe lo que es el sufrimiento, pues lo aceptó por la salvación del mundo.

¿Crees que será fundamental la labor de las hermandades cuando todo pase y haya que reconstruir gran parte de una sociedad realmente dañada?

Así lo pienso y lo comparto ya con mucha gente. La Iglesia es la caricia de Dios para el mundo, aún con sus limitaciones y pecados. Esa caricia no es ruidosa ni espectacular, porque va dirigida al corazón de cada uno. Sin duda la Iglesia ya está siendo cauce de consuelo y apoyo para tanta gente que sufre esta pandemia y sus consecuencias; y no hay duda de que cuando esta situación de confinamiento concluya, la Iglesia intentará sostener a nuestras sociedad, que va a quedar muy herida en su dimensión humana y material.

De cara a esa propuesta del Vaticano de llevar a cabo muestras de fervor popular a mediados de septiembre, ¿se plantea algo en Almería?

Esta propuesta indica no un traslado de la Semana Santa, sino la posibilidad de poder celebrar las expresiones de piedad popular como son las procesiones no litúrgicas a dos días de septiembre. Sería imposible trasladar más de 20 procesiones y tampoco tendría sentido. En cualquier caso todo queda pendiente del juicio del Obispo. En Almería ya tenemos una procesión extraordinaria programada para el 26 de septiembre, la del Señor de Salud y Pasión. Podría ser esta la expresión nuestra piedad popular en la que todas las Cofradías participaran. 

¿Cuál es la labor de la Iglesia en medio de este desastre? Hay mucha labor callada

La labor de la Iglesia es siempre la misma: llevar a la humanidad al encuentro con Dios por medio de Jesucristo. Esta misión busca llevar la salvación del cielo que se traduce en un amor concreto por cada persona. Esto ha de ir traduciéndose y encarnándose en obras y palabras en cada momento de la historia. La Iglesia ahora debe ser lo que Cristo quiere ser para todos, con tal de evitar el sufrimiento, sostener en la debilidad en gestos concretos, cotidianos, espirituales y materiales, y ayudar.