“Jesús de las Penas, del Rosario del Mar, tiene una historia muy bonita”

Francisco Javier Muñoz-del Pozo Iniesta es refundador de la Hermandad de Angustias y fundador de las Hermandades de la Santa Cena y del Rosario del Mar. Desde niño ha sido hermano de Estudiantes.

¿Cuándo comenzó Javier en el mundo cofrade? 

Pertenezco al mundo cofrade desde niño. La primera vez que salí de nazareno fue en la Cofradía de Estudiantes. Mi hermano, yo soy el menor, ya salía en la Hermandad de Estudiantes tres o cuatro años después de su fundación. Así que llevo toda mi vida.

¿A final de la década de los años ochenta del pasado siglo, con el resurgir de las cofradías, decide formar parte de ese primer grupo de Angustias? 

Fue una anécdota graciosa. Uno de mis hermanos salía en Angustias y en mi casa estaba su túnica, con una capa de damasco muy bonita, y cuando Angustias no se había recuperado todavía y un Viernes Santo se me ocurrió salir en la Soledad. Todo el mundo me preguntó hasta que me llamaron para la reorganización.   

¿Tras reorganizar Angustias, unos años más tarde decide fundar la Hermandad de la Santa Cena? 

Junto con mi mujer, María Luisa Segovia, y dos o tres amigos más se nos ocurrió la idea de fundarla. En esos entonces yo estaba muy relacionado con Popi, el dueño de la Cafetería Coimbra, con Ashal y un día le dije que Ashal en Málaga patrocina a la Santa Cena. Ese fue el inicio de la fundación de la Santa Cena de Almería. 

¿Cómo recuerda aquel año de la 1ª hermandad que se fundaba en Almería? 

Recuerdo que el segundo año tuve que llamar desde la parroquia de San Pedro a la Policía Local porque el tráfico no lo cortaban y no podía salir la Cofradía a la calle. El policía me preguntó qué hermandad era esa ¿Es que sale una hermandad el Domingo de Ramos por la tarde? No nos quitaban ni los coches mal aparcados. 

¿Ha hecho grandes amigos, pero si hay una que destaca es la que hizo con el prestigioso imaginero sevillano Luis Álvarez Duarte, autor de la Virgen de Fe y Caridad, de la Cena? 

Con Luis Álvarez Duarte conectamos desde el primer instante. Mi hermano, que vive en Málaga, fue quien me lo sugirió y me dijo que era el número uno. Después de llamarlo, fuimos a su casa y pensaba que era un hombre mayor, cuando vi que era joven me quedé un poco pillado (ríe). Hemos llegado a tener amistad de familia, tanto con él como con su mujer, Nani. Hay que recordar que hizo la Virgen sevillana de Guadalupe con tan sólo 15 años. 

¿La Virgen de Fe y Caridad que hizo era muy distinta a lo que hasta esa fecha había realizado? 

La Virgen de Fe y Caridad la hizo cuando estuvo restaurando la Esperanza de Triana, si te das cuenta tiene un aire a Ella. Siempre le decía a Luis que estaba un poco ofuscado con la restauración de la Esperanza de Triana y sin quererlo le llevó a crear esta maravillosa Virgen de Fe y Caridad, una gran obra inigualable de Luis Álvarez Duarte.

¿Hablando de la Hermandad, recuerdas aquel primer misterio de la Santa Cena? 

Fue un desastre. Nosotros fuimos porque antes, Prendimiento le había hecho un encargo. Me refiero a Alfambra, que hizo un Cristo que nunca vio la luz, se hicieron cuatro proyectos. Finalmente fue Elías García el que hizo esa Santa Cena. Tengo una anécdota y es que cuando mi suegra las vio nos dijo que con eso no saldríamos a la calle. Se mantuvo esa Santa Cena hasta que vinieran tiempos mejores. A esas imágenes teníamos que realizarles unos rellenos en el cuerpo con vendas para darle la forma y cuerpo. 

¿El gran número de imágenes impactó bastante en Almería? 

Así es. La Santa Cena es un paso muy significativo dentro de los momentos claves de la Pasión de Cristo. Hacía falta en Almería una Hermandad como la Santa Cena y sus trece imágenes de su paso de misterio. 

¿Con los años, junto a su esposa, deciden seguir sumando en el mundo cofrade con otra fundación? 

Todo surgió con la recuperación de la Capilla del Real Hospital de Santa María Magdalena. Estaba restaurada desde 1985. Hablamos con el capellán de la capilla, Don Lucas Sánchez, porque la capilla la tenían como salón de actos. Hablamos con el presidente de la Diputación, que era Tomás Azorín, y en un principio permitió que se abriera la capilla. La capilla nos la entregaron en el año 1995. Al siguiente año se bendijo la Virgen del Rosario del Mar y ese fue el inicio de la Hermandad.  

¿La Virgen del Rosario del Mar gran obra de Luis Álvarez Duarte? 

La Virgen es una de sus grandes obras. Virgen del Rosario del Mar que el propios Luis venía a vestirla siempre.

¿Y Jesús de las Penas también de Álvarez Duarte? 

Así es y tiene una historia muy bonita. Luis hizo el Cristo en homenaje a sus padres. En la iglesia sevillana de San José Obrero hubo una reunión porque el párroco quería quedársela y Luis dijo que no, que se la regalaba a su hermandad. Coincide que su mujer, Nani, mi mujer, María Luisa y yo, fuimos a esas reuniones de la Junta de Gobierno. Viendo que el sacerdote no cedía, Luis Álvarez Duarte decidió no entregarla y quedársela. Cuando incorporamos a Cristo a la Hermandad le pareció muy buena idea que la tuviéramos nosotros. Dijo: “Teniéndola vosotros la tengo yo”. Por eso nos la trajimos nosotros.