La túnica bordada de la Sentencia estará expuesta en la Oficina de Turismo

La obra, de Álvaro Abril, fue bendecida ayer y estará expuesta desde el día 3 en el Paseo

Álvaro Hernández
23:03 • 27 nov. 2021

Ya ha sido bendecida y, entre el viernes 3 de diciembre y el lunes 13 de diciembre los almerienses podrán disfrutarla de cerca: la primera túnica bordada del Señor de la Sentencia ya es una realidad. Con diseño de Álvaro Abril, bordado de Juan Luis González (Taller de bordados Virgen del Carmen) y confección de Margarita Castellón, esta nueva pieza del patrimonio de la Hermandad de la Macarena estará expuesta en la Oficina Municipal de Turismo.



Esta primera túnica bordada de la Sentencia ha sido bautizada por la propia hermandad como la ‘Túnica de la Esperanza’. 



“Este nombre ha sido elegido por ser la pieza con la que pretendemos que la imagen de nuestro Señor vuelva a procesionar en las calles de Almería tras la prohibición del culto externo propiciado por la pandemia del Covid-19, lo que llena de ‘Esperanza’ a todos los macarenos. Además, al ser la advocación de ‘Esperanza’ la de una de nuestras titulares marianas y se engloba en ella el deseo y la alegría de que ‘algo bueno va a venir’, entendimos que era el título idóneo para esta nueva pieza”, explican desde la propia hermandad.



El diseño



Su diseño viene en base a la necesidad de completar el paso de misterio del Señor de la Sentencia con un ajuar a la altura del paso y del conjunto escultórico. Se inicia este proyecto partiendo de la base de un mismo estilo artístico en todo su conjunto, escogiendo de esta manera el estilo neobarroco con tintes y guiños a la rocalla con el que el tallista Antonio Ibáñez impregnó en el diseño para el impresionante paso del Señor de la Sentencia.



Así, la túnica se reparte en cuatro módulos compositivos simétricos, que a base de medallones enlazadas y ascendentes, crea una sensación regia pero a su vez etérea del conjunto. 



El ritmo compositivo lo marcan grandes movimientos elípticos que van dando lugar a las clásicas hojas de acanto, pero en esta ocasión más estilizadas, para albergar ornamentaciones más propias de la rocalla con una visión más original.



Adoptando la curva como base vertebradora, y dejando de lado los trazos mixtilíneos más habituales en este tipo de diseños, prioriza los espacios vacíos como el otro elemento fundamental. Se evitan todo tipo de elementos florales para dar paso a una decoración protagonizada por lo arquitectónico y lo vegetal.


Con fondo de terciopelo morado y bordada en hilo de oro se completa con mangas y pecho en la misma línea, creando un conjunto rico y armónico que encaje con el paso y con el carácter de hermandad de barrio que cada año lleva la cofradía.


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