Almería se pone la ceniza en el arranque de la Cuaresma 2022

Desde las siete de la mañana en las primeras iglesias y hasta pasadas las ocho de la tarde: así ha vivido Almería capital un intenso Miércoles de Ceniza con el que los católicos almerienses han dado el pistoletazo de salida al tiempo de la Cuaresma, esos 40 días previos a la Semana Santa que hacen las veces de preparación. Las misas repartidas por los templos de toda la ciudad, para pequeños y mayores, han salpicado el horario eclesiástico de la jornada, culminando con la misa de las 19.30 celebrada en la Catedral por el obispo de la Diócesis de Almería, Antonio Gómez Cantero. 

"Si le damos valor solo a las cosas negativas de nuestra vida nos hundiremos", planteaba el propio Gómez Cantero en la homilía de la misa de la Catedral.

Sobre la propia Cuaresma, el obispo de la diócesis de Almería planteaba que, sin Dios como referencia para estos próximos cuarenta días, este tiempo "se parecerá a los propósitos de año nuevo, que no responden a nada ni a nadie, solo a mí mismo".

"'Tengo qué', 'quiero qué...El sujeto soy yo y nos frustramos. Cuando no pueda, me diré que no pasa nada. La próxima Cuaresma ya cambiaré. Pero si la Cuaresma es una respuesta de amor al amor que recibimos, el sujeto no soy yo, sino nosotros. Y no te rendirás, porque no puedes fallar a quien tanto te ama", explicaba el prelado en su intervención.

Gómez Cantero recordó que la Cuaresma es también un tiempo para dar valor "a las prácticas piadosas" en una época en la que "vamos a lo externo y nos perdemos de lo esencial".

El obispo invitó a los muchos almerienses congregados en el primer templo de la Diócesis a "dejarnos llevar en los brazos de Cristo. Ese es el sentido de la Cuaresma". 

"Confiemos en Dios para poder sentir la ternura de este gran padre y os aseguro que nuestra vida empezará a cambiar como una liberación de amor", sentenciaba el prelado en la homilía de su primer Miércoles de Ceniza como obispo de Almería.

Al finalizar este acto, que también hacía las veces de primer día de cultos del Cristo del Escucha, el obispo dirigía una oración por la paz en Ucrania.