El Resucitado, ‘desahuciado’ de Santiago a la Catedral

Su encaje en la Semana Santa de Almería ha resultado complejo en los últimos años y, cuando parecía estar todo resuelto y tranquilo, un giro de guion ha vuelto a poner a la imagen del Resucitado de Coullaut-Valera en el centro del huracán.

La imagen es titular de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Almería y tenía como ubicación el retablo (propiedad también de la institución) situado en el lateral izquierdo de la iglesia de Santiago.

Hace tan solo unos días, la Agrupación anunciaba el regreso de la imagen a las calles: tras su última salida en 2019, el Resucitado protagonizará el 7 de octubre un Via Lucis juvenil que le llevará hasta la Catedral, “donde se establecerá su ubicación definitiva”, anunciaba la Agrupación a través de un tuit.

Lejos de ser un bonito regreso a las calles (que lo será, llevado por la cuadrilla de la cruz de mayo de la Plaza de Toros), la salida del Resucitado tiene un trasfondo algo más complicado: una carta del párroco de la iglesia de Santiago, Francisco Escámez, solicitaba a la institución cofrade que tanto la imagen como el retablo abandonaran la iglesia parroquial de Santiago Apóstol.

Este desahucio en toda regla se traduce en un traslado de la imagen a la Catedral, lugar donde, efectivamente, se establecerá la ubicación definitiva de la imagen (y el retablo) y, con ello, la sede canónica de la Agrupación de Hermandades y Cofradías. El acto, eso sí, hará protagonista a la imagen titular de la institución en las semanas previas a la celebración de la procesión magna.

Cabe recordar que la imagen del Resucitado de Coullaut-Valera no procesiona ya que la Agrupación de Hermandades y Cofradías ya no pone en la calle procesión alguna el Domingo de Resurrección, sino que es la joven Hermandad del Resucitado, Señor de la Vida, la que hace lo propio con una imagen reciente de José María Leal.

Si bien la hermandad salía a la calle con la imagen de Coullaut-Valera (cedida por la Agrupación), la falta de acuerdo para una cesión a largo plazo o el traslado de la imagen a Montserrat, sede de la hermandad, hizo que la corporación se decantara por encargar una imagen propia, la del Señor de la Vida.