Almería se despide de forma multitudinaria de Antonio Romera

La parroquia de San Ildefonso, el barrio de la Plaza de Toros, multitud de comunidades, cofradías de la capital, todo un barrio de Roquetas de Mar y, en general, la Diócesis de Almería están de luto en los últimos días.

El pasado martes fallecía el sacerdote Antonio Romera, quien fuera oficialmente párroco de San Ildefonso hasta hace unos días. Fue precisamente en el templo de la plaza de toros donde Almería pudo despedirse de este querido cura que, antes de recalar en la capital en 2014, fue párroco en las 200 viviendas de Roquetas de Mar.

El velatorio se celebró precisamente en el interior del templo parroquial de San Ildefonso, lugar en el que numerosos feligreses y cofrades se despidieron de quien fuera consiliario de las hermandades de la Macarena y del Perdón, además de hermano de los Estudiantes.

Misas

El punto álgido de esta emotiva despedida tuvo lugar en la tarde del miércoles, donde el obispo de la Diócesis de Almería , Antonio Gómez Cantero, presidió una misa exequial  para la que la iglesia de San Ildefonso se quedó pequeña.

Representación de la Policía Nacional, de diferentes hermandades de la capital y, sobre todo, multitud de vecinos del barrio de la Plaza de Toros acudieron a este último adiós a don Antonio Romera al que también acudieron más de una treintena de sacerdotes de toda la Diócesis de Almería, incluyendo al vicario general, Ignacio López, además de seminaristas y diáconos.

Además, en la noche del martes, el deán de la Catedral, Juan José Martín Campos, también celebró una misa a las 23 horas en la que el templo ya se llenó de familiares, vecinos y amigos del sacerdote que, antes de hacerse un hueco en el corazón de todo un barrio de la capital, trabajó con humildad y cariño en la popular barriada de las 200 viviendas de Roquetas de Mar, tal y como recordó Antonio Gómez Cantero durante su emotiva homilía en la misa de las 16.30 horas del miércoles. Un grupo de sacerdotes portó el féretro. Descanse en paz.