Dos obispos y una medalla para celebrar un aniversario histórico

Una de las devociones más antiguas de la provincia de Almería está de cumpleaños. Se trata, en concreto, del crucificado más antiguo de Almería: el Cristo de la Expiración, obra de Alonso de Mena que recibe culto en Adra, celebra estos días sus cultos extraordinarios por el cuarto centenario de la talla realizada por el escultor granadino.

Para esta celebración la cofradía y si director espiritual, el sacerdote José María Sánchez, han tirado la casa por la ventana en términos espirituales, configurando unos cultos presididos por grandes nombres de la Iglesia en España.

Así, el pistoletazo de salida tendrá lugar este martes, día 11, a las 20 horas de la tarde, con una misa presidida por José Gabriel Martín Rodríguez, Delegado Episcopal de hermandades y cofradías de Granada, y que será ofrecida por Adra, sus instituciones y la provincia de Almería.

El día 12 la misa será presidida por su homólogo en la Diócesis de Almería, Juan José Martín Campos, delegado Episcopal para la hermandades y Cofradías de Almería y deán de la Catedral de Almería. Esa misa será ofrecida por la hermandades y Cofradías de la diócesis de Almería.

El jueves 13 de septiembre llegará a Adra uno de esos grandes nombres de la Iglesia en España. No en vano, preside la misa Juan Antonio Martínez Camino, Obispo auxiliar de Madrid. En esta misa se realizará la bendición del retablo del Santísimo Cristo y de los mártires.

Cabe recordar que este sacerdote jesuita, obispo auxiliar de Madrid, fue Secretario General y Portavoz de la Conferencia Episcopal Española durante toda una década, comprendida entre 2003 y 2013.

Ya el día 14, fiesta de la Exaltación de la Cruz presidirá la Eucaristía Antonio Gómez Cantero, obispo de Almería. Será, sin duda, otro día especial tras el de la bendición del retablo. No en vano, al final de la celebración se hará entrega al Santísimo Cristo de la medalla de la ciudad de Adra por parte del Ayuntamiento abderitano.

Los actos concluirán el viernes 15, fiesta litúrgica de Nuestra Señora de los Dolores, con el devoto besamanos a Nuestra Señora y Santa Misa.

Para la celebración de estos cultos, se ha llevado a cabo un montaje extraordinario en la Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción protagonizado por la imagen del crucificado y, junto a Él, María Santísima de los Dolores, talla de la segunda mitad del siglo XVIII.