Una junta en funciones y nuevas elecciones, la solución para la Agrupación

Fue el pasado 26 de junio: un empate a votos entre las dos candidaturas bloqueaba temporalmente la Agrupación de Hermandades y Cofradías de la ciudad de Almería.

Desde entonces, y teniendo en cuenta que quedaba todo un verano por medio, la situación quedaba a la espera de una solución por parte del Obispado, que tenía sobre la mesa varias opciones. Entre ellas, uno de los términos más temidos y con peor fama de la jerga cofrade: una gestora.

Sin embargo, al final el camino elegido para desatascar la situación es otro. Uno más discreto, de hecho. Ni decreto del obispo de Almería, ni comunicado oficial, ni institución congelada.

Tal y como cuentan el delegado episcopal para las hermandades y cofradías, Juan José Martín Campos, y el vicario general de la Diócesis de Almería, Ignacio López, la primera medida que se ha tomado era, quizás, la más obvia: Isaac Vilches sigue siendo presidente de la Agrupación en funciones y, junto a él, su equipo conforman una junta de gobierno provisional que, si bien ha excedido ya el tiempo del mandato que le correspondía, continúa manteniendo vivo el ente cofrade tanto en sus funciones de representación como en sus funciones más básicas.

¿Hasta cuándo?

Una vez solucionado el vacío de poder en la Agrupación alargando el mandato de Vilches, solo queda una pregunta que responder: ¿Durante cuánto tiempo estará en funciones?

Si bien no hay una respuesta concreta a esta pregunta, lo cierto es que todo parece indicar que será cuestión de meses. O, al menos, la intención actual desde el Obispado de Almería es que la solución llegue rápido y, en cualquier caso, la interinidad de Vilches no llegaría a ocupar los cuatro años que dura un mandato.

El propósito no es otro que convocar unas nuevas elecciones dentro de unos meses, cuando exista cierta certeza de que un nuevo candidato se lanza a la piscina una vez que se han calmado las aguas. Pero, mientras tanto, la Agrupación no esperará de brazos cruzados.

Así las cosas, la intención sería la de aprovechar los próximos meses para reelaborar el texto que ha provocado el embrollo: unas reglas de régimen interno que obligaban a que el proceso electoral culminara con una mayoría absoluta que no se dio en ninguna de las tres rondas en junio. Así, se allanará el camino para el futuro electoral.