Hallazgo arqueológico en las obras de la calle Atarazanas

Cabía esperar que, al meter la pala excavadora para iniciar las obras de la futura casa de hermandad del Rocío de Almería, se produjera un hallazgo arqueológico. Y así ha sido.

No en vano, se trata de una obra en plena calle Atarazanas, a escasos metros del yacimiento arqueológico Puerta de Almería y en una vía de la ciudad cuyo nombre responde a la presencia en esta manzana de las atarazanas mandadas construir por Abd Ar-Rahman I (y posiblemente, las más importantes de la época califal) y demolidas en 1868 en un doloroso caso de destrucción del patrimonio histórico-artístico de la ciudad. En resumen, es prácticamente imposible llevar a cabo unas obras en esta zona de la ciudad sin que aparezca una ‘sorpresa’ con varios siglos de vida a sus espaldas.

Y así ha sido. La Hermandad del Rocío de Almería se hizo con las viviendas situadas en los números 24 y 26 de esta calle para construir su futura casa de hermandad. Tras el derribo de los inmuebles allí levantados, las catas del suelo previas a la construcción del proyecto rociero han desvelado lo esperado: hay restos arqueológicos que ahora pueden ver los viandantes que pasan por esta zona del Casco Histórico, en una de las calles perpendiculares al Parque Nicolás Salmerón.

¿Las Atarazanas?

En los restos encontrados, destaca por su vistosidad el suelo de lo que podría ser un patio que, por la escasa profundidad a la que se encuentra, podría corresponder a una vivienda del siglo XIX, tal y como cuentan fuentes consultadas por LA VOZ. 

Bajo esta capa, sí se ven muros de construcciones de otras épocas pretéritas. En cualquier caso, ninguno de esos restos correspondería a las Atarazanas almerienses que fueron, en su día, el punto de construcción naval más importante de la época califal.

Así las cosas, el proyecto de la casa de hermandad del Rocío recibió en un informe  arqueológico la luz verde pertinente para llevarse a cabo.

No en vano, tal y como explican fuentes de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, se ha estipulado a raíz de dicho informe arqueológico que “los restos no merecen medidas de conservación por su escasa importancia intrínseca y reciente cronología”. Así, la casa de hermandad del Rocío se levantará sobre estos restos arqueológicos de la calle Atarazanas.