La Soledad vuelve a levantarse tras su año más difícil

No es habitual, en estas líneas, dar cuenta del amplio abanico de actos cofrades que copan la agenda de las hermandades almerienses. Presentaciones de carteles, triduos, besapiés, quinarios, traslados y pregones se van entrelazando a lo largo y ancho de la Cuaresma como preparación para la Semana Santa. Sin embargo, este es un caso distinto.

El próximo 16 de marzo, la Hermandad de la Soledad dará un paso de gigante en su historia reciente. Volver a levantarse, nada más y nada menos. Se habrán cumplido tres meses exactos de la repentina muerte de su hermano mayor, José Carlos Ibáñez, un adiós que congeló al mundo cofrade a las puertas de una procesión extraordinaria con motivo del 250 aniversario de la cofradía.

En este tiempo, la Soledad ha tenido que recomponerse. No solo le faltaba un hermano mayor, sino que su teniente de hermano mayor, Luis Criado, nos había dejado un año antes. Así, se ha conformado una comisión gestora con fecha de caducidad encabezada por Tomás Montoya, hermano más antiguo de la extinta junta. Y todo, para guiar a la hermandad a unas elecciones que se celebrarán una vez pasada la Semana Santa. 

Y la Soledad no solo se ha recompuesto en lo jerárquico. Como decíamos, el 16 de marzo volverá a la vida con la ya tradicional exaltación a la Soledad, que correrá a cargo esta vez del arquitecto y cofrade Eduardo Blanes Arrufat, en un acto que se celebrará en la iglesia de Santiago una vez acabada la misa del primer día del Septenario a la Soledad, que arrancará a las 20 horas.

Y como culmen a esos siete días, llegará la más tradicional de todas las previas de la Semana Santa de Almería: llegará la última de las vísperas, con el besamanos a la Soledad el 22 de marzo, el día de su santo, el Viernes de Dolores.

Al terminar la misa de las 20 horas, la Soledad saldrá a la calle en andas para volver a subir hacia el cerro de San Cristóbal en el rezo de una corona dolorosa multitudinaria que congrega a buena parte de Almería.

Y así, desde la exaltación de este 16 de marzo hasta la subida al Cerro de San Cristóbal, la Soledad habrá vuelto a la vida después del año más difícil de la cofradía en su historia reciente.