¿Por qué no habrá una procesión magna de Esperanzas en 2025?

Desde que se conoció que el lema del Jubileo de 2025 iba a ser “Peregrinos de Esperanza”, un runrún empezó a correr por la Diócesis de Almería. ¿Y si salieran las Esperanzas de forma extraordinaria ante esta celebración especial? El rumor se materializó en un proyecto concreto que, lejos de nacer en la capital, fue impulsado desde Huércal-Overa. 

En concreto, fue Salvador Cabrera Molina, presidente del Paso Morao de la localidad almeriense, el principal motor de un proyecto en el que pronto estuvieron implicadas las cofradías de la Macarena y los Estudiantes de la capital.

A grandes rasgos y sin entrar en detalles de cosas que nunca pasarán, se realizó un proyecto completo y complejo, nacido de distintas reuniones celebradas en el Claustro de la Catedral, que tenía como acto central una procesión en Almería capital con distintas Esperanzas de la provincia. Sin embargo, tras entregar ese proyecto a la comisión del Jubileo 2025, nunca más se supo.

¿Por qué?

El responsable de la comisión del Jubileo de 2025, Antonio Salvador, explicaba en rueda de prensa que han recogido numerosas ideas de las distintas realidades de la Diócesis. Y una de ellas era, efectivamente, ese proyecto de procesión ‘magna’ de Esperanzas de la provincia.

Sin embargo, tan importante como proponer y componer un completo programa de actos para vivir el Jubileo era, tal y como explicaba el propio Salvador, adaptarlo a las circunstancias particulares de este 2025.

“Hubo una iniciativa para que se llevara a cabo”, explicaba el párroco de la iglesia de San Isidro Labrador. “Nosotros, a la luz de todo lo que nos han ido marcando desde la Conferencia Episcopal Española y desde Roma, muchas cosas no eran viables, así que vamos a enfocar esta realidad desde otra perspectiva”, detallaba el sacerdote.

¿Y por qué no era viable? Por la naturaleza de este Año Jubilar de 2025, un Jubileo “de carácter ordinario”. 

Este Jubileo de la Iglesia universal lo convoca el Papa como obispo de Roma, llamando a todos los católicos a peregrinar allí, a la tumba del apóstol San Pedro y es por eso que la “puerta santa” que se abre con motivo de este Jubileo no es otra que la de la Basílica de San Pedro del Vaticano.

Diferentes son los jubileos convocados de forma extraordinaria (como el de 2000 o el de 2015-16, el de la Misericordia), que son convocados por el Papa para ser celebrados en cada una de las diócesis de todo el mundo, convirtiéndose en lugar de peregrinación la catedral de cada una de las diócesis.

Así las cosas, la comisión ha considerado que una procesión magna de Esperanzas carecía de sentido en este caso: “Realmente, si no se abre la puerta santa de la Catedral de Almería ni se gana el Jubileo aquí, muchas cosas no eran viables”, explicaba Antonio Salvador. 

Los traslados

De esta forma, la comisión ha propuesto invitar a todas las cofradías de la provincia con la advocación de la Esperanza a acudir con su imagen titular a la Catedral para participar de una veneración que tendría lugar entre los días 5 y 11 de mayo. ¿Por qué esa fecha? Porque es la semana previa a que las cofradías de todo el mundo ganen el Jubileo en Roma, con la presencia del Cachorro de Sevilla y la Esperanza de Málaga. Así, una veneración en Almería a modo de preparación y una peregrinación a Roma para presenciar ese encuentro completarían el Jubileo 2025 para las hermandades de Almería.

No obstante, las cofradías de Almería tienen una posibilidad más de darle un tinte histórico a este Jubileo. No en vano, para llegar a la Catedral serán necesarios traslados que pueden llenar, en pleno mes de mayo, Almería capital de ambiente cofrade (y de mucha Esperanza).

Incluso las imágenes de la Esperanza (Virgen o Cristo) que vengan de otro punto de la provincia deberían tener la posibilidad de ser trasladadas en procesión desde algunos templos de la capital una vez que lleguen ahí en vehículo.

En definitiva, aún hay una posibilidad de conjugarlo todo: hacer las cosas tal y como ha decidido la Diócesis de Almería (sin una magna de Esperanzas) y al mismo tiempo lograr que el Jubileo de 2025 llene la calle de Esperanza.

Más allá de esta cuestión, la Diócesis y las cofradías le deberán siempre a Salvador Cabrera el interés, el empuje, el trabajo, el ánimo (y los kilómetros) por llevar a cabo un gran proyecto para un gran año. El del Jubileo de las Esperanzas. Ese que aún puede ser (muy) cofrade.