Cuando la Feria acabó en septiembre (y la Virgen del Mar salió el día 1)

Fue en el año 1991. El alcalde era el socialista Fernando Martínez, que presentó aquellas fiestas con el sobrenombre de 'Feria del Mediterráneo' acompañado de los concejales de Cultura, Celso Ortiz, y de Deportes, Moisés Ruiz. El calendario de aquel año fue exactamente como el de este 2024 en el que dos preguntas sobrevuelan la Feria de Almería: ¿Por qué cae tan pronto? ¿Por qué no la mueven a la semana siguiente, aunque el domingo caiga y en 1 de septiembre?

La de aquel 1991 es justo el precedente que da en parte la razón a los que se hacen esa pregunta. Cabe recordar que el porqué de la Feria de Almería en el calendario no es algo caprichoso: para saber cuándo es la Feria de Almería solo hay que mirar cuándo cae el último domingo de agosto. El día de antes, sábado, es el día de la patrona (y el santo de las llamadas María del Mar) y el final de la Feria. Menos en 1991. 

Tras acordarlo con el Obispado, las fechas de la Feria de 1991 cambiaron totalmente. En lugar de celebrarse desde el sábado 17 de agosto y hasta el sábado 24, la Feria de Almería de aquel año arrancó el (viernes) 23 de agosto y terminó el (domingo) 1 de septiembre.

Desde luego, eran otros tiempos: la Feria duraba dos días más (empezaba un día antes, el primer viernes, y se extendía hasta el domingo) y arrancaba con una Cabalgata inaugural hoy desaparecida. Pero dentro de esas diferencias entre las ferias de los años 90 y las actuales, destaca ese movimiento en el calendario que no se ha vuelto a repetir (y que este año habría evitado la inevitable coincidencia con la Feria de Málaga). 

Así, el primer sábado de la Feria de Almería de 1991 no era un sábado cualquiera: era el día de la Virgen del Mar. No en vano, la festividad litúrgica de la patrona de Almería sí es algo inamovible en el calendario. De esta forma, recién inaugurada la Feria, se celebró la tradicional ofrenda floral en el Santuario de la Virgen del Mar. Lo que sí cambió de fecha fue la propia procesión de la patrona de Almería, que se celebró en un insólito 1 de septiembre. 

Salió a las 19.45 horas desde el Santuario Virgen del Mar y lo hizo para recorrer el siguiente itinerario: General Tamayo, Reyes Católicos, Navarro Rodrigo, Obispo Orberá, Puerta de Purchena, Paseo de Almería, General  Tamayo, plaza Virgen del Mar. 

Y fue un año especial más allá del baile de fechas: "Después de dos años de esfuerzos y desvelos la Hermandad de la Virgen del Mar ha conseguido un magnífico trono para la Virgen del Mar", rezaban las crónicas de la época para anunciar que en aquella extraña procesión del 1 de septiembre se estrenaba el trono realizado por Orfebrerías Villarreal en plata de ley.

Lo describía el propio prior de los dominicos, José Cuenca, de la siguiente forma: "En las esquinas del precioso canasto repujado figuran las imágenes de las Vírgenes del Saliente, Gádor, Consolación de Tices y la de la Cabeza, representando así los cuatro santuarios marianos más populares de nuestra provincia. En la parte delantera hay una capilla con San Indalecio, patrón de la ciudad, y en los laterales un bonito relieve de Torregarcía, recordando el lugar de la aparición de la Virgen, y en el otro el escudo de la orden de Santo Domingo como encargados de sus custodia desde su aparición en 1502". Además, en la prensa se especifica que "en la parte superior del canasto figura una preciosa Concha, sobre la que irá la Virgen del Mar, sujeta por tres delfines y dos preciosos ángeles de cuerpo entero, que dan escolta de honor a la Virgen".

Así, en un atípico primer día de septiembre, el Ayuntamiento de Almería rompía con la tradición por una vez (sin que se haya repetido): la Feria de Almería no se celebró en la última semana completa de agosto, sino que pisó el mes de septiembre en el año en el que la Virgen del Mar salió en procesión el 1 de septiembre.