El Cortijo del Fraile, inspiración de dramaturgos y directores de cine

El Cortijo del Fraile no es un enclave más de la provincia. Este lugar esconde un interés especialmente simbólico, ya que fue protagonista de uno de los hechos más importantes de la crónica negra del siglo XX en España. Además, ha sido escenario de algunas de las películas más icónicas del spaghetti western como ‘La muerte tenía un precio’, de Sergio Leone y protagonizada por Clint Eastwood.

Este característico edificio fue construido por los frailes dominicos en el siglo XVIII, pero no fue hasta el año 1928 que este lugar se convirtió en un escenario único en la provincia. 

El famoso hecho conocido como el Crimen de Níjar fue protagonizado por una novia huida pocas horas antes de su boda, dejando plantado a su prometido, incidente que se salda con fatal resultado y que no solo convirtió al cortijo en el tétrico escenario de un funesto asesinato, sino que sirvió de inspiración al escritor Federico García Lorca para sacar a la luz su conocida ‘Bodas de Sangre’, una magistral obra teatral que mezcla intriga y suspense con un estilo único.

Actualmente, el estado del cortijo refleja el aura nostálgica propia de los edificios abandonados que sirve como reclamo a los curiosos que se acercan a conocer el lugar que fue protagonista del fatídico crimen. 

De hecho, su mal estado de conservación hace incluso temer por su futuro, ya que su maltrecha estructura está a merced de las inclemencias meteorológicas o, incluso, de actos vandálicos sin que nadie se preocupe por ella.

La visita al Cortijo del Fraile es obligatoria al viajar a Cabo de Gata, pues, además de disfrutar de las vistas que ofrece la edificación, también existe la posibilidad de disfrutar de varias rutas de senderismo en las que el paisaje semidesértico será el protagonista durante todo el recorrido.

Disfrutar de un ambiente nostálgico, de la naturaleza tan peculiar y la historia a tan solo unos minutos de la playa y del famoso núcleo de Rodalquilar es una alternativa al turismo convencional que no se debe pasar por alto, sobre todo, entre los almerienses.