Dentro del término municipal de Níjar, concretamente en la salvaje Cala San Pedro, se encuentra el famoso Castillo de San Pedro, conocido por su proximidad a la playa y su enorme simbolismo.
La primera construcción de este castillo se remonta a finales del siglo XV, después de la reconquista de los Reyes Católicos, donde se aposentó una tropa para vigilar la playa de los continuos y temibles ataques piratas.
A este enclave se le añadió una torre en el siglo XVI que aún sigue en pie. En sucesivos siglos le fueron añadiendo estancias a la torre y, a partir del siglo XVIII, se comenzó a utilizar como cárcel.
Actualmente, y debido a su mal estado de conservación, pues también está prácticamente abandonada, no se puede acceder a la edificación, que permanece cerrada de cara al público, pero sí se puede paser por sus inmediaciones. Incluso, junto a ella se encuentra una fuente de agua natural que es utilizada por los habitantes de la cala para su consumo.
El lugar es especialmente atractivo para ser visitado pues, además del castillo, la cala cuenta con una comunidad de personas que viven allí durante todo el año, atraídos por la tranquilidad, el paisaje y las hermosas playas.
Este enclave tiene una peculiaridad, y es que no es de fácil acceso, pues el camino para llegar hasta él no está en muy buenas condiciones, aunque existe la posibilidad de acceder a él mediante diversos barquitos que salen diariamente, sobre todo en los meses estivales, desde la playa de Las Negras.
Es una de las calas más escondidas que guarda la costa almeriense y que tan solo por ello guarda un atractivo peculiar que atrapa el interés de numerosos turistas que deciden conocer este enclave.
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