Abrir la pesca al turismo, cada vez más habitual

El sector pesquero tiene en la actualidad muchos frentes abiertos. El más importante es el de lograr llevar a cabo una actividad sostenible con el medio ambiente que permita seguir con la pesca al tiempo que se garantice la supervivencia de las especies y la conservación de los fondos marinos, tan dañados por la actividad realizada por el ser humano.

Pero otro de los retos a los que se enfrenta la industria pesquera es a la apertura del sector al consumidor. Cada vez son más las instituciones y empresas que entienden que una buena forma de poner en valor el trabajo diario de los pescadores es mostrándoselo al visitante tal y como es. Enseñar el proceso desde la salida del barco hasta la captura del producto para su posterior venta, un trabajo complejo que en Almería encierra décadas de tradición que se transmite de generación en generación.

Ante esto, municipios eminentemente pesqueros como Adra o Roquetas de Mar llevan tiempo dando vueltas a la posibilidad de acercar la pesca a los usuarios, y hay varias formas de conseguirlo.

En Roquetas de Mar, por ejemplo, la nueva lonja prevista hará que los consumidores puedan estar más cerca del proceso de venta directa del producto, mientras que las piscifactorías situadas frente al Cañarete, en Aguadulce, ya reciben expediciones de alumnos que desean contemplar la crianza de pescado.

En Adra, por su parte, se busca que los usuarios puedan ver de lleno el proceso de pesca artesanal mediante charlas o rutas en barco. Además, el municipio cuenta con el el Centro de Interpretación de la Pesca, donde se vincula la historia del mar con la de la ciudad.

Se trata de opciones diferentes que acercan la tradición pesquera al consumidor.