La gran barrera de posidonia que protege el litoral de Roquetas de Mar

Roquetas de Mar es uno de los municipios almerienses preferidos por los turistas, ya sean nacionales o internacionales. Se trata de un extenso término municipal en el que se reparten algunas de las mejores localidades para veranear, disfrutar de una amplia oferta de ocio, degustar una rica gastronomía o descubrir parajes naturales.

Roquetas de Mar, Aguadulce o la Urbanización se preparan ya para albergar a miles de visitantes en estos meses de verano, y todas cuentan con un denominador común: las joyas que albergan en sus fondos marinos.

La costa de Roquetas de Mar está protegida, a escasos metros de la orilla, por una inmensa barrera de posidonia que es el vestigio de un antiguo arrecife que en tiempos pasados dominaba la zona. Se trata de un alga delicada, que requiere de estabilidad en cuanto a la temperatura, la salinidad y el oxígeno del agua, pero con un valor medioambiental crucial.

Sus tallos duros y largos sirven para fijar sedimentos, actuar de refugio a diversas especies de animales o mantener limpia el agua marina. Es una densa pradera que llama la atención desde las alturas, donde se puede comprobar el cambio de tonalidad que experimenta el mar.

Su proximidad con la orilla hace que esta posidonia sea muy sencilla de observar a simple vista por los bañistas, aunque son muchos los que prefieren contemplarla de cerca y lanzarse a hacer snorkel o submarinismo por la zona.

Son muchas las empresas de turismo activo que ofertan este tipo de actividades en la costa roquetera, conscientes de la diversidad de flora y fauna que el usuario podrá encontrarse durante la inmersión.

Además, también hay varias asociaciones trabajando y luchando por la conservación de este alga tan delicada e importante, y es que la actividad humana ha dañado severamente las praderas de posidonia.

Es, por tanto, una joya natural perfectamente equiparable en el municipio a Punta Entinas Sabinar, pero sumergida, lo cual le otorga más magia si cabe.