Una desaladora para sanar el Campo de Níjar

Este año la ONU ha elegido el Día Mundial del Medioambiente para presentar el Decenio sobre sobre la Restauración de los Ecosistemas, en el que urge a un movimiento mundial encaminado a revertir los daños causados en los ecosistemas de los continentes y océanos. Si hablamos de ecosistemas dañados en nuestro entorno no podemos pasar por alto la situación del Campo de Níjar; el modelo seguido hasta ahora se ha demostrado insuficiente e ineficaz, ya que ha dado lugar a acuíferos sobrexplotados que presentan una elevada salinidad, llegando a valores 10 veces superiores al nivel óptimo requerido para riego.

Los niveles freáticos se encuentran en mínimos y la mineralización de las aguas se ha duplicado en los últimos 20 años. Esta situación no solo puede llevar a un desastre medioambiental irrecuperable, sino que también puede llegar a ser un duro revés para el motor de la economía de la comarca, la agricultura, y su repercusión social.

Es un escenario tan sumamente complejo que incluso el Plan Hidrológico 2021-2027 de la Junta de Andalucía ha incluido al Campo de Níjar como prioridad 1 en la elaboración de los programas de medidas de recuperación de las masas de agua subterránea que presentan un mal estado cuantitativo.

La solución más efectiva se antoja evidente: dejar de extraer agua de los acuíferos fósiles, o al menos reducir de manera importante la cantidad que se extrae para equilibrar los balances hídricos del acuífero sobreexplotado. Aquí es donde entra en juego la desaladora Mar de Alborán, constituyéndose como una herramienta al servicio de una recuperación real y efectiva de los acuíferos, de forma  sostenible tanto medioambiental como económicamente, y garantista de un recurso de calidad, en cantidad, legal, ajustado en precio y sin necesidad de inversión ni por parte de los regantes ni por parte de la Administración.   

Coordinación

Servicios Hídricos trabaja en coordinación con la Administración competente desde hace más de un año para recuperar esta infraestructura y que en 2022 pueda convertirse en una fuente sostenible e inagotable de agua que proporcione a los usuarios que lo necesiten garantía de suministro en cantidad y calidad, independientemente de la meteorología o la emergencia climática.

El modelo de proyecto impulsado desde Servicios Hídricos es absolutamente integrador; el recurso se va a poner a disposición de todos los usuarios de forma igualitaria y bajo el paraguas jurídico de la Concesión en Régimen de Servicio Público, tal como establece la Ley de Aguas, que garantiza una prestación de servicio transparente y totalmente regulada por la Administración competente.

Además será de forma respetuosa y sostenible con el medio ambiente gracias a la utilización de energía verde que alimentará la instalación. De esta forma, Servicios Hídricos se alinea con la senda emprendida por su matriz, Aqualia, que ha cerrado el primer acuerdo de compraventa de energía renovable a largo plazo (PPA). Esto no solo ayudará a reducir al mínimo la huella de carbono, sino que influirá definitivamente en la obtención del precio más ajustado posible del producto final.

Todo debe propiciar un “futuro cierto”, sostenible, que genere riqueza a la vez que salvaguarde el medioambiente para las generaciones futuras, dejando atrás la incertidumbre actual.