Los tesoros almerienses que debemos preservar

La provincia de Almería está repleta de maravillas naturales que dejan una profunda huella a quien las visita. Muchas de ellas conocidas y otras desconocidas, incluso para los propios almerienses, tienen un valor incalculable, no solo por la riqueza natural, de su flora y su fauna, sino también por la importancia que tiene en la vida de las gentes que las habitan.

Es precisamente por esto que tenemos la responsabilidad de ponerlas en valor y cuidarlas, para que nosotros podamos seguir disfrutándolas y, especialmente, las generaciones futuras puedan maravillarse también de ellas y sentirse orgullosos del trabajo que hemos hecho preservándolas como quienes nos precedieron.

Pero la responsabilidad no solo recae en nosotros, los ciudadanos, también los organismos públicos tienen un deber a la hora protegerlas. A continuación, vamos a conocer todos los espacios naturales almerienses que se encuentran protegidos tanto a nivel nacional como autonómico.

Los parques

El Parque Nacional de Sierra Nevada es la mayor distinción en materia de protección de la provincia. Con una flora que incluye 2.000 especies vegetales, 66 endemismos exclusivos, y una fauna rica, con 80 en endemismos exclusivos, este parque se extiende por 23 municipios de Almería y alberga los picos más altos de la provincia: El Chullo y el Almírez.

Además del Parque Nacional, Almería alberga varios Parques Naturales que son igualmente importantes: Sierra de María-Los Vélez y el Cabo de Gata-Níjar que es el mayor espacio protegido del litoral Mediterráneo y un refugio para una amplia variedad de especies.

Los otros espacios

Los Monumentos Naturales son espacios o elementos de la naturaleza constituidos básicamente por formaciones de tal singularidad, rareza o belleza, que merecen ser objeto de protección especial. En la provincia encontramos: el Arrecife Barrera de Posidonia en Roquetas de Mar, uno de los escasos arrecifes de posidonia que aún se conservan en la costa mediterránea y único en el litoral andaluz, el yacimiento arqueológico de la Cueva de Ambrosio en Vélez Blanco, las islas en Pulpí de origen volcánico de Terreros —alberga la comunidad más importante de aves marinas que nidifican en la provincia de Almería— e Isla Negra, Isla de San Andrés en Carboneras, Piedra Lobera en Lúcar, y la Sabina Albar en Chirivel, un ejemplar único a 1600 metros de altura y que se estima que llegue a los 1000 años de edad.

Los Parajes Naturales se declaran como tales con la finalidad de atender la conservación de su flora, fauna, constitución geomorfológica, especial belleza u otros componentes de muy destacado rango natural. En este sentido, en la provincia podemos disfrutar de los Parajes Naturales de Sierra Alhamilla, el cinematográfico desierto de Tabernas, los Karst en Yesos de Sorbas con 6 millones de años, y el Paraje Natural de Alborán, a medio camino entre la costa de Almería y África, una de las áreas de mayor diversidad del Mediterráneo.

También tenemos Reservas Naturales, espacios naturales cuya creación tiene como finalidad la protección de ecosistemas, comunidades o elementos biológicos que, por su rareza, fragilidad, o singularidad merecen una valoración especial, como son Punta Entinas-Sabinar, entre Roquetas de Mar y El Ejido, y la Albufera de Adra.

Y por último, y no menos importante, el parque periurbano de Castala. Los Parques Periurbanos son espacios naturales situados en las proximidades de un núcleo urbano, hayan sido o no creados por el hombre, que atienden a las necesidades recreativas de la población.