Gema Sánchez es una joven ejidense residente en Segorbe, un municipio de casi diez mil habitantes, situado en la Comunidad Valenciana, al sur de la provincia de Castellón. Desde muy pequeña ha tenido un vínculo con las Fallas, una tradición muy arraigada en esta comunidad autónoma, que se cataloga como fiesta de Interés Turístico Internacional. Y es que Josefina, tía de Gema, regalaba a sus sobrinas, cada verano, un detalle valenciano. La joven recuerda su regalo favorito: una muñeca fallera. Cuando era niña, no se podía explicar cómo los artesanos podían trabajar tan duro durante tantos meses en la constru-cción de los monumentos contratados por las diferentes asociaciones culturales, con toda la labor que supone y con todo el dinero que se invierte, y luego, en un momento, lo quemasen todo, en la llamada ‘cremà’, suponiendo encima un motivo de alegría. Además, Gema ha asegurado: “Siempre me pregunté qué tenía de especial presenciar cómo kilos y kilos de pólvora explosionan a plena luz del día, durante más de diez minutos de manera ininterrumpida”. Pero claro, “eso sólo se entiende cuando uno lo vive y lo presencia en primera persona”.
Segorbe
Pero en 2010 la vida de esta joven ejidense cambió por completo. Ese año conoció a José Luis, el que ahora es su marido. Por motivos personales y laborales, decidieron emprender una vida juntos en la ciudad donde él residía, Segorbe. Aunque no puede evitar que le afecte estar lejos de su familia y amigos, y de echar de menos su ciudad natal, Gema está sacando todo el jugo a su vida fuera de la provincia de Almería. Con la premisa de rodearse de buena gente y conocer una nueva cultura, la joven ha querido darle una oportunidad a las Fallas, vivirlas desde dentro y poder así entender esta tradición tan amada por los habitantes de la Comunidad Valenciana.
En mayo de 2011, Gema comenzó a colaborar con la Falla ‘Plaza Almudín’. Formaba parte de la Junta, llegando, incluso, a ser secretaria y tesorera de la misma. También presentó su ofrenda de flores a la Virgen de los Desamparados. Hasta que en 2013, surgió un cambio en esta asociación, y muy importante para Gema: después de diez años, hubo un cambio de presidente, siendo su marido el que se puso al frente del cargo. En todo este tiempo, Gema comenzó a entender el significado de estas fiestas: “Supe que quemar estos monumentos simboliza decir ‘adiós’ a todas las cosas malas del año, para dar la bienvenida con la primavera a un nuevo periodo de ilusiones y proyectos”. Y tras vivir en “primera fila” la ‘mascletá’, comprendió que no era “mero ruido”, sino un arte, el arte de la pirotecnia, “representada en rítmicos disparos de pólvora”.
Lo más importante para Gema ha sido cuando, dos años consecutivos, 2014 y 2015, fue nombrada Fallera Mayor. “Recuerdo con especial cariño la tarde de mi presentación. Me sentí como una novia en el día de su boda, y lo mejor de todo fue poder contar con la presencia de mi familia ejidense”. El Teatro Serrano se llenó para ver cómo Gema era proclamada Fallera Mayor, junto a su Corte de Honor.
Fallas 2016
Tan sólo quedan unos días para que ‘estalle’ esta gran fiesta, que se celebrará del 15 al 19 de marzo, y Gema quiere trasladar a toda su gente, “a sus ejidenses”, la magia de estas fiestas, que considera que “todo el mundo debería de vivir al menos una vez en la vida”. Gema no cierra las puertas a volver a su tierra natal: “Echo mucho de menos El Ejido y a su gente, ese carácter cariñoso, abierto y familiar que nos caracteriza. Y cómo no, ¡las tapas!”. De hecho, aunque se siente muy a gusto entre castellonenses, no descarta regresar a la ciudad donde nació y, desearía que, en un futuro, el Poniente Almeriense pudiese arraigar una fiesta tan especial y emotiva como son las Fallas.
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