El Ayuntamiento lleva a Pleno los primeros presupuestos tras seis años de prórrogas

El Ayuntamiento de Dalías celebra hoy un pleno muy especial y es que lleva para su aprobación los primeros presupuestos de que dispondrá la coaporación desde el año 2010. Seis años en los que se han ido sucediendo prórrogas de los que se aprobaron en aquel año.

La primera consideración en torno a estos presupuestos para el ejercicio de 2016 es que se trata de cifras “muy moderadas”, en opinión del alcalde, Francisco Giménez. La razón es que deberá hacer frente al pago de deudas pendientes, heredadas de la corporación anterior, por un importe de 844.000 euros.

La estimación de ingresos y gastos se sitúa en poco más de tres millones de euros (3.025.112 €), con los que tendrá que hacer frente al pago de esos 844.000 euros entre capital e intereses de la deuda, a otros 125.000 del pago de intereses y capital de la obra de la guardería. En total, casi un millón de euros, un tercio del presupuesto municipal para este año.

Ese gasto deja al consistorio con escasa capacidad de maniobra debido a la necesidad de ajustar ingresos y gastos, y será el capítulo de inversiones el que se verá más afectado por esas estrecheces.

Partidas recuperadas
Giménez destaca que a pesar de esas limitaciones, los presupuestos que se aprobarán en el pleno de hoy permitirán la recuperación de partidas y políticas que se habían perdido en los últimos años, entre ellas las destinadas a subvenciones a colectivos culturales y deportivos, con 10.000€ para cada modalidad.

El Pleno de hoy servirá también para revisar los valores catastrales del municipio ya que, según ha explicado el equipo de Gobierno, “la anterior corporación dejó establecida una subida anual del IBI hasta el año 2018”. Sin embargo ahora, “bajo el mandato de un gobierno progresista de PSOE e IU”, se pretende bajar el valor catastral aproximadamente en un 15 por ciento, lo que implica una bajada del IBI, pero también de las plusvalías que se pagan en las transacciones de viviendas.

El alcalde explica que se ha tenido en cuenta que la última revisión catastral del municipio se llevó a cabo en los años de mayor valor de los inmuebles, antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, lo que supone que en la actualidad exista una sobrevaloración de las fincas.

La medida que hoy aprobará el Pleno supone frenar ese incremento previsto hasta el año 2018 y el inicio de una bajada de valores y del Impuesto de Bienes Inmuebles para los vecinos que empezará a ser efectiva en el año 2017.