Los alumnos del profesor expulsado del instituto ‘Sierra de los Filabres’ por, presuntamente, enseñar vídeos pornográficos y por apología de la violencia de género permanecen casi ajenos al terremoto que ha provocado en el pueblo el conocimiento de lo sucedido.
Los chicos de 15 años que fueron testigos de las actuaciones del docente se encuentran de viaje de estudios. Tan sólo los mensajes de whatsapp que reciben de familiares y amigos y el acceso a internet desde sus móviles les permiten conocer la repercusión de lo sucedido en su centro entre septiembre de 2015 y enero de 2016. El Juzgado de Instrucción Único de Purchena investiga a su exprofesor de tecnología por presunta corrupción de menores, exhibicionismo y provocación. Los que sí permanecen en el pueblo de Serón no han tardado en conocer los detalles de lo que sucedía en las aulas del instituto de ESO ‘Sierra de los Filabres’.
Fue allí donde, según fuentes del caso, el profesor exhibió vídeos pornográficos a menores de edad e hizo apología de la violencia de género con graves afirmaciones como que en lugar del “tiro al plato” tendría que haber alguna actividad deportiva que fuera “tiro a la mujer”.
Expulsión
so sí, la noticia ha corrido como la pólvora tan sólo una vez que se ha hecho pública, ya que hasta ahora, y a pesar de haber transcurrido dos meses, pocos conocían -o así lo aseguran- lo hechos que acabaron con la expulsión del docente por parte de la Delegación Provincial de Educación de la Junta de Andalucía.
Según vecinos del municipio, el profesor había llegado este mismo curso al instituto y no era natural de Serón. “Ya tuvo problemas en otros institutos donde ha estado”, comenta una vecina.
Testigos
Ese, el de los presuntos antecedentes, es uno de los pocos datos que transcienden más allá de lo sabido, salvo cuando se habla con familiares de alumnos. El hermano mayor de una de las estudiantes de 15 años que ahora se encuentran de viaje de estudios, recuerda que “mi hermana me contaba que les decía a los niños que dejaran a las mujeres embarazadas y que se fueran”, entre otras lindezas como “que por cada mujer asesinada habría que poner una foto y tirarle piedras” al tiempo que pisoteaba las pinturas realizadas por los alumnos en el Día Contra la Violencia de Género.
El mismo joven, hermano de la testigo (cuya identidad no puede aperecer al ser también menor de edad), explica que era un hombre “raro, guardaba todo tipo de aparatos en su casa y hasta bolsos”. Otro familiar de una de las alumnas, abuelo en este caso, cree que el profesor “tenía problemas mentales” y asegura que “un día les decía una cosa, otro día otra...”. La denuncia hace referencia, asimismo, a otros comportamientos “graves e impropios de un docente” que el investigado presuntamente bien realizaba o bien comentaba amparándose en la libertad de docencia y en el estatus de superioridad que tenía sobre el alumnado del centro.
Ayer, viernes de mercado en Serón, no se hablaba de otra cosa. Entre puesto y puesto; en la barra de los bares... Un tema que ya conocían algunos alumnos que, para su fortuna, no han tenido que recordar este episodio. El viaje de estudios finalizaba esta madrugada. Una oportunidad para volver a la normalidad que ya recuperaron en enero de 2016 y que ayer volvió a resquebrajar en Serón.
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