Felix

Condenado el juez de Paz de Felix por un delito de abusos sexuales de 2014

La sentencia considera probados los hechos y le impone una orden de alejamiento por 3 años

Felix es un municipio de poco más de 600 habitantes, donde el acusado lleva muchos años de juez de Paz.
Felix es un municipio de poco más de 600 habitantes, donde el acusado lleva muchos años de juez de Paz.
Eva de la Torre
15:52 • 28 mar. 2016

Año y medio de prisión, indemnización a la perjudicada de 3.105 euros y prohibición de acercarse o comunicarse con ella en cualquier forma, tiempo y lugar, y nunca a menos de 200 metros, durante 3 años. Esta es la condena que recoge la sentencia del Juzgado de lo Penal número uno de Almería, presidido por el magistrado Luis Columna, por un delito de abusos sexuales cometido por Fernando L. A., un vecino de Felix que además es el juez de Paz de este municipio.




Los hechos por los que ha sido condenado ocurrieron el 20 de junio de 2014, cuando a las 19 horas Fernando L. A. “entró en la vivienda”,  donde acababa de entrar la vecina Ángela G. B.. “Cuando ésta estaba en la cocina, el acusado, con ánimo de dar satisfacción a sus deseos libidinosos, se abalanzó sobre la misma, efectuando diversos tocamientos en sus partes íntimas por encima de la ropa y al tiempo que le manifestaba ‘qué hermosa estás, qué hermosa, qué guapa’, le besaba en la boca y en la cara, forcejeando la perjudicada con el acusado hasta que logró zafarse del mismo y salir de la vivienda”, recoge la sentencia, que se puede recurrir.




Acusado con 72 años
En 2014, el acusado tenía 72 años y la víctima 65. “Lo conocía de toda la vida del pueblo y me pilló sola”, relata Ángeles, para quien todo esto ha sido una pesadilla de más de año y medio.




Otro aspecto destacado de la sentencia es lo que en ella dice el juez Columna sobre la víctima después de su declaración como testigo. “En pocas ocasiones hemos tenido un testimonio tan contundente y creíble como el manifestado hoy por la denunciante, absolutamente convincente sobre la realidad de lo ocurrido (...) por lo que hemos de dar como probados los hechos objeto de acusación”.




Seguir de juez de Paz
En cualquier caso, para la víctima, lo peor de este asunto no es haber sido agredida, “por desgracia son cosas que ocurren todos los días y hay mujeres que salen mucho peor que yo”, sino que “ese hombre sigue siendo el juez de Paz, un cargo del que se espera una cierta autoridad moral”, explica Ángeles G. B. a LA VOZ.




En su opinión, el alcalde de Felix “debía haber intervenido y, pedir su destitución y no mantenerlo en el cargo”. Ángeles se muestra muy dolida por la actitud del Consistorio y recuerda que “estuvo luciendo palmito en la procesión de San Roque, en agosto de 2015 cuando ya estaba imputado”.




La víctima insiste en que el alcalde ha sido “negligente, y si se es negligente, se es colaborador y cómplice. Yo soy votante del PP, pero me siento estafada”, afirma, para concluir que “no me gusta que el partido al que he votado esté amparando a un malhechor”.




Comunicación oficial
El alcalde de Felix, Baldomero Martínez, asegura que “no tenemos ninguna comunicación oficial de la sentencia por parte de nadie. Lo que sabemos es por la prensa”. Martínez defiende además que “no es una competencia nuestra ( el nombramiento del juez de Paz) y por tanto, ni ponemos ni quitamos”.


El nombramiento del juez de Paz lo hace la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia, en este caso de Andalucía, pero este nombramiento se hace de la persona elegida “por el pleno del ayuntamiento con el voto favorable de la mayoría absoluta de sus miembros, entre las personas que, reuniendo las condiciones legales, así lo soliciten”, según el reglamento del Poder Judicial. En cuanto a las causas de cese, el reglamento recoge que en caso de  “condena a pena privativa de libertad por razón de delito doloso, el cese será acordado por el Pleno del Consejo General del Poder Judicial”.


De momento, el alcalde dice estar a la espera y Fernando L. A. sigue siendo el juez de Paz de Felix “desde hace muchísimos años”.


"Si no es por mi marido y mis hijos, me muero"
“Lo que hemos sufrido por el ataque sexual de este cerdo solo lo sabe mi familia”, asegura Ángeles, una víctima que no se resigna y que reconoce que “si no hubiese sido por mi marido y mis hijos, yo me muero”. Los problemas de Ángeles, además de las lesiones en la cara interna del muslo que el ataque le produjo y que se recogen en la sentencia, fueron fundamentalmente de orden psicológico, que el fallo del juez resume como “trastorno ansioso depresivo significativo y trastorno de estrés agudo”. Según el relato de Ángeles, “me dio agorafobia, no podía salir a la calle porque me daba pánico que él estuviera esperándome”, recuerda angustiada.


Al ocurrir en un pueblo pequeño, Felix tiene alrededor de 650 habitantes, las consecuencias también han sido la presión vecinal. Aunque “hemos recibido llamadas de gente del pueblo apoyándonos y adhiriéndose a mi causa”, señala la víctima, pero también “hemos recibido amenazas”. Así, según Ángeles, los hijos del condenado coincidieron en el pueblo con los hijos de ella y les dijeron “largo del pueblo u os matamos”.



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