Serón

El "empeño" por localizar el fuego, causa del siniestro mortal del avión del Infoca

La investigación señala que `el estrés creado pudo condicionar sus actuaciones

El accidente del helicóptero (imagen) tuvo lugar en mayo de 2014.
El accidente del helicóptero (imagen) tuvo lugar en mayo de 2014.
Europa Press / La Voz de Almería
18:33 • 05 abr. 2016

El accidente del avión del Infoca en el que murió la piloto hace dos años cuando participaba en labores de extinción de un incendio en Serón (Almería) ocurrió debido una "maniobra evasiva" por "inminente riesgo de colisión" con la ladera de la montaña, situación que pudo derivarse de "una disminución de la atención en las labores de pilotaje de la aeronave" motivada por "el empeño en la localización del fuego por parte de la piloto".




"El estrés creado pudo condicionar sus actuaciones hasta el punto de que, en su afán de localización del objetivo, restó atención sobre su objetivo principal que era el de volar la aeronave en condiciones seguras, llevándole a realizar el vuelo a baja cota y cercano al terreno", según se recoge en el informe definitivo, consultado por Europa Press, de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil, dependiente del Ministerio Fomento.




Después de dos años de análisis, que se han centrado en la pericia de la piloto, las condiciones del avión EC-LCA Air Tractor AT-802, la inspección de los restos de la aeronave, aspectos relacionados con la maniobra, así como humanos, y los datos que han podido aportar los testigos del siniestro, la CIAIAC concluye sin realizar ninguna recomendación de seguridad operacional.




El accidente se produjo en torno a las 14,20 horas 25 de mayo de 2014 en el paraje conocido ´Cortijo de Juan Oller´ en la Sierra de los Filabres el avión de carga en tierra Air Tractor AT-802 participaba en la tareas de extinción de un incendio forestal que se había iniciado apenas dos horas antes en el municipio de Serón.




Entre el día anterior y esa misma jornada se produjeron en la provincia episodios de tormentas con abundante aparato eléctrico y se contabilizaron un total de 227 rayos, de los que tres provocaron fuegos, además de en Serón, en Oria y en Fiñana y en cuya extinción también participó la piloto.




La comisión recoge como constatado que la fallecida, de 37 años y natural de Madrid, estaba "capacitada" y en "buenas condiciones" para volar la aeronave, con sede en el Cedefo de Gérgal y a la que se había incorporado el día anterior, con toda la documentación "pertinente y en vigor". De hecho acumulaba 2.787 horas de vuelo, de las que 1.182 correspondían a labores como piloto agroforestal. Asimismo, certifica que el avión contaba con certificado de aeronavegabilidad válido y en vigor, y que estaba en "buenas condiciones".




Según la reconstrucción de hechos, la piloto no realizó comunicación de emergencia alguna antes del siniestro y, si bien había recibido instrucciones para regresar a la base, "en su esfuerzo por localizar el incendio", volvió hacía la zona con la intención de localizarlo y "poder realizar la descarga".




"La localización del incendio y la realización de la descarga se convirtieron en el principal objetivo de la piloto, restando atención al propio vuelo seguro de la aeronave", lo que llevó, según añade el informe, a realizar un vuelo "bajo entre montañas y cercano a la ladera", que, a su vez, "obligó a una maniobra evasiva realizando un viraje a la derecha a la vez que también realizó la descarga del agente extintor, lo que llevó a la aeronave a situación ingobernable en una posición muy cercana al terreno".


La investigación resalta que, tanto el "alabeo" a derechas como la "suelta de descarga" obecederían a una "reacción instintiva ante la presencia inesperada de la montaña y una percepción de peligro inminente de colisión contra ella".


"El estrés pudo condicionar sus actuaciones"
En los aspectos relacionados con factores humanos, la CIAIAC señala que el que la piloto fallecida tuviese "dificultad para encontrar dos de los objetivos" y "el no ser conocida profesionalmente en la zona", pudo llevarle a "encontrarse en un estado emocional en el que lo único que contaba era la localización del fuego y la realización de la descarga" como, a su juicio, "demuestra el hecho de que hubiera vuelto al lugar aún cuando se le había indicado que regresara a la base".

"El estrés creado pudo condicionar sus actuaciones hasta el punto de que, en su afán de localizar el objetivo, restó atención sobre su objetivo principal, que era el de volar la aeronave en condiciones seguras, llevándole a realizar el vuelo a baja cota y cercano al terreno", señala para finalizar asegurando que "situaciones que debería ser normal aceptar pueden llevar, sin embargo, a crear situaciones de estrés que condicionan el comportamiento, afectando a la capacidad de percepción y la toma de decisiones".

Según informó el Infoca en su momento, la piloto era una profesional con una "larga trayectoria" en tareas de extinción de fuegos. Además, era instructora de vuelo y realizaba campañas de extinción tanto en Andalucía, como en Chile en la época de invierno en Europa. La dirección del operativo, al margen de trasladar sus condolencias a la familia, se comprometió a que se investigarían las causas para esclarecer el siniestro.



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