Protestas por una granja porcina "muy próxima" a unas viviendas

El inicio de los trámites para la legalización de una nave existente y ampliación de una explotación porcina de cebo ha puesto en alerta a los vecinos de La Morena Venta Civil, un pequeño núcleo próximo a El Saltador, que han recogido firmas y presentado alegaciones al proyecto y han enviado un escrito a la Delegación de Medio Ambiente solicitando que “se deniegue tanto la legalización como la ampliación de dicha explotación porcina”.

En el escrito presentado ante Medio Ambiente, la Asociación de Vecinos de La Morena Venta Civil pone de relieve que no cumple “la normativa existente en medio ambiente y las distancias mínimas exigidas desde viviendas, carreteras y zonas de paso, como es la vereda del camino viejo y la vía verde”.

Según han explicado los vecinos, “es un núcleo habitado desde mucho tiempo, en el que hay 23 viviendas  y una zona de cultivo de olivos y la granja va a 180 metros de distancia de las casas”.

La explotación que se pretende construir no es cualquier cosa, ya que según afirman “el proyecto prevé una granja para unos 6.000 cerdos”. Por ello, en sus alegaciones los vecinos de La Morena destacan “la contaminación que un proyecto de estas características genera. Los perjuicios de tipo económico, como estético, malos olores y plagas que deberán soportar los vecinos”.

Ramblas
Otra de las cuestiones que preocupa a los vecinos de esta barriada es que los terrenos en los que está proyectada la explotación pasan por ramblas y temen las consecuencias que se derivarían en caso de fuertes lluvias.

“Estas parcelas se encuentran dentro de la trayectoria de una rambla y boqueras, siendo objeto de inundación por lluvias, lo cual supondrá una rotura de las balsas de purines, contaminando todo a su paso hasta llegar a su desembocadura natural”, indican en el documento presentado ante la Delegación de Medio Ambiente.

Las granjas de cerdos son un tipo de explotaciones ganaderas que nadie quiere cerca de su casa. De hecho, ya se han dado varios casos en los que proyectos como el presentado en Huércal-Overa, acaban siendo desestimados por el ayuntamiento por la presión de los vecinos. El último de estos casos se ha dado en Zurgena, donde se rechazó tras la recogida de firmas.