1.200 kilómetros en bicicleta por solidaridad

A José Ramón Marín y Francisco González les van a faltar kilómetros para responder al aluvión de solidaridad que han despertado con su última iniciativa. Los dos comienzan hoy a recorrer en bicicleta los 1.200 kilómetros que separan Tíjola de Santiago de Compostela. Previamente y en colaboración con el Banco de Libros que tiene su sede en el pueblo, consiguieron vender cada kilómetro a cambio de un euro que irá a para a la mencionada ONG.

En realidad la cifra ya se ha sobrepasado y se han vendido más kilómetros de los que quedan por pedalear. “Vais a tener que ir a Galicia y de ahí a Cataluña”. Quien bromea con los ciclistas es Eugenio García, promotor de la iniciativa del Banco de Libros que se encarga de llevar la cultura en forma de libros de texto o de lectura a niños de Honduras “que no tienen nada; absolutamente nada”, enfatiza Eugenio, que colabora para este fin con la ONG ‘Acoes’. “Fue una iniciativa suya”, señala el coordinador del Banco de Libros en alusión a los ciclistas. “Tenían pensado hacer el viaje y nos preguntaron cómo asociarlo a nuestra labor. Vimos varias posibilidades y pensé en la venta de kilómetros”, recuerda.

Deporte y solidaridad
Uno de los aventureros, José Ramón Marín, explica que los dos ciclistas tijoleños aunque afincados en Purchena suelen hacer “viajes largos en bicicleta a menudo” y que “al ver la labor que hacía Eugenio intentamos relacionar nuestro reto deportivo con su proyecto e intentar que todo lo que se recaudase fuese para ellos”.

Que nadie se asuste. Lo de llegar a Santiago de Compostela antes de que transcurran cien horas sobre el sillín es sólo “afán deportivo”, asegura, por lo que el tiempo de llegada no afectará a la contribución solidaria aportada al Banco de Libros. Sobre el destino de lo recaudado todavía no hay nada cerrado pero Eugenio se decanta por uno de los proyectos de ‘Acoes’. “He estado hablando con la ONG y me han dicho que una odontóloga se va a ir a colaborar en Honduras y les hace falta una silla de odontología. Vamos a colaborar pagando algo de la silla y con libros que también vamos a comprar”, adelanta.

Los dos ciclistas tijoleños tendrán desde hoy hasta el mediodía del sábado para cumplir el reto solidario que se han impuesto. Lo harán con la competitividad del deportista que se enfrenta a un desafío pero con la tranquilidad de quien sabe que, incluso antes de la llegada, lo más importante ya se ha logrado.