Los municipios tienden la mano a los británicos tras el ’Brexit’

Los ayuntamientos de pueblos como Mojácar o Albox se ponen en disposición de ayudar a sus vecinos de habla inglesa

Banderas en un bar frecuentado por británicos
Banderas en un bar frecuentado por británicos
E. de la Torre/G. Mirón
13:49 • 05 jul. 2016

Todo está aún por definir y quedan dos años por delante para las negociaciones entre los estados, pero los alcaldes y concejales de los municipios almerienses con un volumen de población británica importante se muestran dispuestos a echar una mano a estos vecinos para evitar que se marchen, en caso de que las cosas se pongan difíciles. 

“Las condiciones en que se puedan quedar no están definidas todavía y no sabemos qué derechos pueden perder”, comenta Rosa María Cano, alcaldesa de Mojácar. Pero de lo que sí está segura es de que “con aquello que no se acuerde a nivel estatal, seguiremos ayudando, dentro de nuestras posibilidades, para que la merma de derechos se lo menor posible”. A la alcaldesa de Mojácar le preocupa sobre todo la población mayor, ya que en su municipio los británicos de más de 75 y 80 años son muchos. De hecho, Cano recuerda que personal municipal acude a los domicilios de estas personas para ayudarles en caso de que tengan que hacer algún trámite administrativo y tengan dificultad para moverse.




Tranquilidad
Desde el Ayuntamiento mojaquero recuerda que por el momento la relación entre Gran Bretaña y la Unión Europea “no cambia y todo sigue plenamente en vigor”. Al menos durante los dos próximos años de negociaciones. Una tranquilidad que coinciden en reclamar en otros pueblos donde reside un número notable de ciudadanos de origen británico, como es el caso de Albox.

Su concejala de Turismo y Relaciones Internacionales, Maura Hillen, es irlandesa. Su marido es galés (país que votó a favor del ‘Brexit’) pero ambos apostaban por permanecer en la UE. Finalmente no ha sido así, pero Hillen pide “tranquilidad” porque “no va a pasar nada en los próximos dos años como mínimo y obviamente todo continuará de la misma manera ahora durante ese tiempo”, recuerda.

Hillen reconoce que hay “un poco de preocupación” entre los expatriados británicos, sobre todo “por el intercambio entre la libra y el euro, que afecta al nivel de sus ingresos. Pero sobre los temas de pasaporte y derechos como el del voto y demás, nada va a cambiar por el momento, reitera. Además, cree que el futuro después de los dos años de negociación tampoco será tan negro como lo pintan. “Los gobiernos de España y Gran Bretaña hablarán de esto en un futuro y si necesitan cambiar leyes o convenio  para cosas necesarias van a hacerlo. Los británicos son importantes para la economía española y obviamente los trabajadores españoles en Londres y en otras parte de Inglaterra son muy importantes también”, entiende. Al igual que en el caso de Mojácar, pone “el Ayuntamiento a disposición de quien lo necesite para resolver dudas o posibles preocupaciones”.




Un futuro juntos
El peso de la comunidad británica es tal que no se imagina el desarrollo futuro de estas localidades sin los expatriados. “Nuestra localidad se siente muy unida al pueblo británico. Convivimos desde hace décadas y la integración es total. Mojácar no sería la misma sin la población inglesa”, manifiestan desde el Ayuntamiento de Mojácar. “Hoy compartimos muchos proyectos que  enriquecen a ambas culturas y al municipio. Tenemos también muchos planes de futuro, mucho camino por recorrer que deseamos seguir haciéndolo  como hasta ahora”, añaden. Con o sin Gran Bretaña en la Unión Europea.




Referéndum




Fue más que un jarro de agua fría. El resultado del referéndum acerca del ‘Brexit’ cayó como un diluvio de agua helada sobre la mayoría de los británicos afincados en el Valle del Almanzora. Algunos de ellos incluso ostentan responsabilidades gubernamentales en ayuntamientos de esta comarca. Es el caso de Jim Simpson, concejal de Seguridad (entre otras concejalías a su cargo) en Zurgena. Simpson abogaba por permanecer en la Unión Europea antes de la votación y ahora reconoce que se encuentra “muy decepcionado  con la decisión del referéndum”.  Confiesa sin tapujos que ahora “muchos de nosotros nos sentimos europeos y no británicos como resultado de la votación”. 

Aunque desde su ayuntamiento (que cuenta incluso con una ventanilla de atención al ciudadano en inglés) llaman a la calma hasta que realmente se produzca la salida, Simpson cree que quizás sea hora de movilizarse. “Me gustaría ver algo así como un pasaporte europeo que nos diera plenos derechos en cualquier país de la Unión Europea (UE)”. Recuerda que son muchos los que “hicimos nuestras casas en España  y espero que permanezcamos con los mismos derechos y beneficios de los que disfrutamos hoy en día”.




Sin poder votar
Se dá la paradoja de que algunos de los primeros británicos que llegaron a esta tierra no han podido votar en el referéndum, ya que llevaban más de quince años fuera de su país, pese a que la experiencia de vivir por más de una década en ambas naciones les haya podido crear un mayor sentimiento de pertenencia a Europa. Ellos no tuvieron voz en el pasado referéndum.

Un amplio número de británicos que tienen su vivienda habitual en este valle almeriense mostraron su intención de permanecer en la UE, como así votaron quienes pudieron hacerlo. O al menos eso aseguraron. Con los turistas ‘de paso’ ocurría algo bien distinto, ya que se dejaba adivinar mejor la igualdad entre las dos opciones y abundaban los defensores del ‘Brexit’, que en la gran mayoría de casos situaba a “la inmigración” como principal argumento.






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