Todos los años, entre finales de julio y finales de agosto, la Tierra atraviesa en su trayectoria en torno al Sol la estela del cometa Swift-Tuttle, lo que provoca que multitud de partículas, denominadas meteoroides, choquen contra la atmósfera, lo que produce un destello conocido como comunmente como estrella fugaz.
Conforme la Tierra se va adentrando en esta nube de meteoroides, la actividad aumenta y este año, en el que además se espera que la lluvia de estrellas sea más intensa que los anteriores, alcanzará su máximo visible durante la noche del 11 al 12 de agosto.
El fenómeno es conocido como Lágrimas de San Lorenzo, por su proximidad con la festividad de este santo, el 10 de agosto, que es el nombre popular de las Perseidas, una lluvia de estrella que toma su nombre de la constelación de Perseo, ya que por perspectiva, aparentan provenir de la dirección de dicha constelación, aunque no tienen ninguna conexión real con ella.
Velocidad de vértigo
La mayoría de los meteoroides desprendidos del Swift-Tuttle son tan pequeños como un grano de arena, y cuando se cruzan con nuestro planeta impactan contra la atmósfera a una velocidad de más de 210.000 kilómetros por hora, equivalente a recorrer nuestro país de norte a sur en menos de veinte segundos. El choque produce, en estos fragmentos, un aumento de temperatura de hasta cinco mil grados en una fracción de segundo, lo que hace que se desintegren y emitan un destello de luz que es lo que llamamos estrella fugaz.
Este año la Luna interferirá en la observación del fenómeno, ya que aparecerá en el cielo en fase creciente. Por ello, desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía se recomienda observar la lluvia de estrellas la noche del 11 al 12 de agosto a partir de las dos de la madrugada, cuando está previsto el primer ciclo de actividad y la Luna tendrá menos efecto.
Para disfrutar de las perseidas no es necesario utilizar telescopios ni ningún otro tipo de instrumento óptico. Solo hay que mirar el cielo desde algún lugar lo más oscuro posible y lejos de la contaminación lumínica de las ciudades, como la cumbre donde se alza Calar Alto.
De hecho, el observatorio de Calar Alto es uno de los centros del Instituto de Astrofísica de Andalucía que esa noche realizará actividades de divulgación a través de la empresa Azimuth, que ha organizado una velada junto al observatorio para observar las Perseidas.
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