El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, tiene gusto por el Levante almeriense. Habitual de esa zona del litoral almeriense, en especial de Mojácar, donde se ha dejado ver varios años durante las vacaciones, durante este verano tan complejo para la formación de Gobierno se ha escapado ya en dos ocasiones para disfrutar de breves descansos. El primero fue pocas fechas después de las segundas elecciones generales, las del 26J, cuando pasó un par de días en Mojácar Playa. La última ha sido este pasado fin de semana, y esta vez el lugar elegido ha sido Vera.
Según ha relatado Julián García, de la Asociación vecinal Veraplayazul, el líder nacional del PSOE "estaba leyendo tranquilamente en una tumbona de un chiringuito, había avisado de que iba a comer en el mismo y se corrió la voz. El llevaba gafas y era difícil concretar que era él".
Pero lo era, y ese colectivo vecinal no dejó pasar la ocasión para hacerle llegar sus reivindicaciones con respecto a los problemas de vertidos en la costa veratense. "Le ví, me acerqué, le saludé. Estaba leyendo Murakami. Aproveché para darle mi consejo sobre política nacional (risas) y luego le comenté que soy de Murcia y veraneo en Vera y tenemos el problema tanto aquí como en el Mar Menor. Nos quejamos un poco de su concejal socialista que sostiene al PA, ya que en el programa llevaba nuestras reivindicaciones", relata. La conversación fue medio lúdica medio reivindicativa. "Le comenté lo bueno que era el libro... y después nos movimos y le volví a molestar para entregarle el manifiesto".
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