Almería en clave romana

Nuestra provincia ha tenido siempre una situación estratégica de la que diferentes culturas y civilizaciones no pasaban por alto. Una de las culturas que más han calado en el devenir de la historia y cuya presencia sigue estando latente en nuestros días fue la civilización romana. Almería cuanta con vestigios, no muchos es cierto, que delatan su paso y su  presencia y que pueden ser una culta y sana excusa para conocer mejor lugares y sitios que los podemos tener muy cerca de nosotros y que, sin embargo, nos pasan desapercibidos.

Calzada romana
La Vía Augusta era la arteria principal que comunicaba de norte a sur la península: de Ampurias a Cádiz. A su paso por Cástulo (Linares) había un ramal que comunicaba con Malaca (Málaga) por la costa, y pasando por lo que conocemos ahora como Almería y Adra. Calzada que ha supuesto un camino para comunicarse y que a veces ha sido aprovechado para hacer una carretera, siguiendo prácticamente el mismo recorrido. Otras veces, se han mantenido como un camino que, con el tiempo, se ha ido abandonando.

Un ejemplo lo tenemos en lo que se llama el camino viejo de Enix  a Almería, que mantiene en muchos puntos el primitivo trazado de la calzada romana. Desde la misma capital podemos realizar un sendero corto pero de vistas realmente espectaculares que parte desde lo alto del bulevar de Pescadería (el parque realizado recientemente sobre las antiguas naves industriales de la carretera al Cañarete). Desde allí podemos rápidamente darnos cuenta de las vistas sobre el puerto y el perfil magnífico de la Alcazaba. En el camino observaremos la torre de Fielato, un antiguo control de impuestos, y los espectaculares restos de la batería antiaérea republicana que defendía la capital en la Guerra Civil. Siguiendo el camino llegaremos hasta las antiguas canteras que dieron material a la construcción del puerto finales del siglo XIX y principios del XX y donde se corta la calzada que luego sigue desde el Cañarete hasta el bonito pueblo serrano de Enix.

Murgi
Lo que conocemos como El Ejido fue una población romana cuyos restos aparecen en excavaciones como los de Ciavieja, con un imponente mosaico que esta conservado en la Sala de l Museo de Historia Local de El Ejido. Otro resto curioso de la civilización romana está en el mausoleo de El Daimún, perteneciente a una familia adinerada romana y que muestra una planta de cruz griega, delimitada en sus extremos por tres arcos excavados en los muros, bajo los cuales debían albergarse los sarcófagos de los nobles. El haberse usado como vivienda ha sido su salvación y llegar a verlo es toda una aventura pues está situada… en el centro de una rotonda!

Abla, cruce de caminos
Este pintoresco pueblo en las faldas de Sierra Nevada tiene sus restos romanos a la salida del pueblo en un mausoleo que ha sido prácticamente de todo y que ahora, en una rocambolesca restauración (que estuvo a punto de convertirse  otro Ecce Homo de Borja....) podemos contemplarla. De paso, podemos dar una vuelta por Abla donde es recomendable andar rutas como la de los Molinos, donde se puede comprender cómo se aprovechaban los recursos hídricos; la de las Adelfas, yendo por la vega que limita el ferrocarril, con uno de los pocos puentes de mampostería de la línea; la que nos lleva al área recreativa del Serbal, desde donde parten senderos de la importancia del Sulayr y la que sube hasta su vecina Abrucena, entre huertos aterrazados.

Museo Arqueológico
Imperdonable sería no incluir como visita obligada el moderno museo donde podremos conocer más en profundidad el legado romano en nuestra provincia como la bellísima estatua de Dionisos.