El alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, reconoce en la siguiente entrevista que el municipio tenía una deuda con quienes se echaron a las espaldas el peso del cambio de capitalidad y la posterior segregación.
¿Era hora de rendir homenaje a aquellos alcaldes y concejales?
Sí, ya con cierta perspectiva histórica y con el sosiego que dan los años. Tuvieron una ardua tarea. Se vivieron momentos de mucha tensión social, con un Campo de Dalías, lo que hoy es El Ejido, que aspiraba a tener un ayuntamiento más cercano.
En torno al cambio de capitalidad y la segregación posterior de Dalías y Celín sucedieron muchas cosas.
Y con algunas podemos estar de acuerdo y con otras no. El trabajo que hicieron aquellos concejales y alcaldes fue muy difícil y complicado, vivieron situaciones muy ingratas. Creo que lo justo era reconocer la labor que hicieron, mostrarles todo nuestro afecto y cariño y, a la vez, que el acto sirva para que otras personas conozcan una parte importante de nuestra historia reciente.
¿Usted recuerda aquellos momentos, aquel Pleno del 2 de agosto de 1979 que no se pudo celebrar y en el que se iba a abordar el cambio de capitalidad?
Tengo algún recuerdo vago porque apenas tenía ocho años. Pero sí me acuerdo de algunas cosas porque el hijo de quien luego fue alcalde, José Antonio García Acién, que sucedió a Luis Martín y terminó el expediente de cambio de capitalidad y luego la segregación, era compañero mío de pupitre en el colegio, Óscar García. Era un niño y las cuestiones políticas me quedaban muy lejos.
Fue un periodo muy intenso en la vida de mucha gente.
En torno a aquel proceso, en primer lugar, hay que decir que tenemos una historia en común, que El Ejido antes fue Dalías. En segundo lugar, que seguimos teniendo muchos vínculos, incluso de sangre, que van a durar siempre. Se produjeron sucesos muy desagradables, pero superado todo aquello, lo que tocaba era reconocer el trabajo que hicieron aquellos alcaldes y concejales y hacerlo visible sin ningún tipo de acritud y como hermanos que somos.
¿De cuántos políticos estamos hablando?
La primera corporación democrática de Dalías en 1979 tenía 21 concejales, algunos fueron dimitiendo, otros se incorporaron después. En total, se rendirá tributo a 34, algunos ya fallecidos. Lo principal es que sientan el cariño de todos nosotros. Todos ellos trabajaron con honradez y aportaron lo mejor de sí mismos y ahora tienen que sentir la gratitud de su municipio. Ellos contribuyeron al nacimiento de El Ejido y sus decisiones tuvieron una enorme trascendencia en todos los planos.
El acto de hoy es un tributo a su labor.
Eso es, es un reconocimiento a personas que lo pasaron muy mal. Por ejemplo, José Antonio García Acién se fue de la política arruinado, tuvo un atentado con Goma2 en su finca, se vio obligado a cerrar su zapatería... Hubo mucha gente que vivió situaciones muy desagradables cuando lo único que hacían era trabajar desde la responsabilidad. Por eso, este pueblo siempre les tiene que estar agradecido.
Alcalde, hoy se entregan también los Premios del Deporte.
Así es. El Ejido va creciendo en muchos aspectos de la vida social, pero en lo deportivo el crecimiento es espectacular, sobre todo del deporte base. Se han sumado nuevas modalidades deportivas que están compitiendo a un altísimo nivel y cada día se hace más difícil elegir a los ganadores de cada una de las ocho categorías.
La Copa Alcalde recae este año en los voluntarios de Protección Civil.
Sí, el trabajo que hacen no está pagado ni reconocido ni con este premio ni con otros cien que les diéramos. Son 34 personas que trabajan de una manera altruista y nos ayudan a organizar y dar seguridad a infinidad de actos. Se merecen esta Copa Alcalde y todos los premios que les concediéramos y más.
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