Compañeros y amigos despiden al eterno director de los albojenses

Este mismo miércoles se celebró una comida en homenaje a Francisco Torrecillas, actual alcalde de Albox que tras su nombramiento ha dejado esta semana de ser, oficialmente, director del IES Martín García Ramos de Albox, cargo que ostentaba desde hacía veinte años.

Por este motivo, y tras prácticamente cuarenta años dedicados a la docencia, compañeros del instituto, amigos y profesores de otros centros educativos del municipio y de la comarca, incluido del otro instituto albojense, le acompañaron en esta despedida.

Una despedida entre amigos a la que le siguió, el jueves por la mañana, una última visita al centro educativo donde se dirigió una vez más, la última como director, a los alumnos durante la inauguración del curso escolar de Secundaria y FP en el instituto. Sin duda alguna, una despedida académica en la que Torrecillas tuvo a bien dejar algunos consejos a los jóvenes estudiantes con el objetivo de que los sigan y, en cierto sentido, continuar inculcando su longeva sabiduría a las futuras generaciones. Un acto cargado de palabras y reflexiones muy emotivas, tanto para los alumnos como el resto de compañeros y el propio homenajeado. Dirección del instituto que ahora recae sobre Encarna Castillo.

“En lo sentimental lo voy a pasar mal. Estoy seguro de que la voz se me va a quebrar (en la despedida). Ese sí es un paso duro para mí”, comentaba el ahora exdirector hace unas semanas a este medio en una entrevista. Aunque, a pesar de la despedida académica, le llena de satisfacción que, como actual alcalde, haya alumnos y exalumnos que se dirijan a él para proponerle actividades y proyectos.

De objetivos claros
Cuentan quienes le conocen que todo lo que Francisco Torrecillas Sánchez se propone, tarde o temprano, lo acaba consiguiendo. Unas veces, gracias a una gestión eficiente, otras por insistente. Y en no pocas ocasiones por ambas cualidades.

Sus veinte años como director del IES Martín García Ramos están plagados de ejemplos. Basta decir que se trata de uno de los pocos institutos públicos -si no el único- de la provincia e incluso del territorio patrio que cuenta con una pista de pádel.

Fue la última apuesta de un amante de El Quijote, el teatro y la poesía empeñado en hacer del deporte, la rectitud y la cultura la bandera del centro que dirigía y que seguirá dirigiendo muchos años en el imaginario de los albojenses. Porque pareciera que Torrecillas siempre ha estado ahí. Si bien hubo un tiempo -desconocido para generaciones de vecinos- en el que no ostentó ese cargo.

Por aquel entonces el Certamen Nacional de Teatro Aficionado que allí se celebra no había llegado a su trigésima edición. El centro tampoco contaba con las instalaciones deportivas más aconsejables para la educación física de los alumnos, entre otras deficiencias.

Veinte años después, el Certamen Nacional de Teatro se prepara para su edición número cuarenta y siete; por el salón de actos del instituto han pasado artistas como El Brujo en estas dos décadas. Y las instalaciones deportivas no sólo destacan por la inédita pista de pádel. El pabellón deportivo ubicado dentro de las instalaciones del instituto (que, por cierto, lleva su nombre) es el paradigma de su gestión como director.

Este pabellón, que podría ser la principal instalación deportiva de muchos pueblos de la provincia por sus dimensiones e instalaciones, fue el resultado de años de gestiones, reivindicaciones y peticiones. De llamar a puertas imaginarias que, de haber sido reales, le habrían hecho sangrar los nudillos. Por la fuerza y por la insistencia.

En este sentido, con este carácter y compromiso con su pueblo, hace algo más de un año se propuso presentarse como independiente a la Alcaldía de Albox. Cuentan también quienes le conocen, que en mil y una ocasiones aseguró que sólo lo hacía con un objetivo. “Si me presento es para ser alcalde”. Adivinen cuál ha sido el resultado de este último propósito.