Cada vez hay más cotorras y menos gorriones por el cielo almeriense. Al menos eso es lo que se desprende del informe de la Sociedad Española de Ornitología, Seo Birdlife, del que se ha hecho eco esta semana la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental.
Los resultados del último censo de 2015 de esta especie de la variedad argentina arroja el dato de que en Almería -donde prácticamente no se encontraban ejemplares hasta ahora- hay, al menos, 129 individuos y 44 nidos detectados.
La mayoría de los ejemplares de esta especie se localizan, según el informe, en el entorno de la desembocadura del Andarax y en la zona de la Vega de la capital.
Variedad argentina
La cotorra argentina es una especie que proviene de las zonas templadas y subtropicales de Sudamérica y se ha extendido por todo el mundo debido a su comercio como mascota, principalmente por el centro y norte de América y por Europa Occidental, donde se ha convertido en una especie considerada como ‘exótica invasora’. Según Decreto de 2013, la cotorra argentina está incluida entre las especies cuya posesión, transporte, tráfico y comercio están prohibidos.
Según las estimaciones de Seo Birdlife, la población de esta especie de ave invasora asciende hasta los 27.000 ejemplares en España, estando la mayoría distribuida en ciudades y territorios de climatología cálida.
Desde la Asociación de Empresas de Sanidad Ambiental, se advierte de que la ausencia de medidas de control para atajar el problema por parte de las administraciones puede agravar la situación.
La cotorra pone al año una media de cinco o seis huevos en primavera, lo que puede acarrear un incremento exponencial de las colonias hasta 20.000 ejemplares más cada año.
Muy longevas
Asegura la Asociación que “este tipo de ave puede ser transmisora de diferentes enfermedades tanto para la fauna como para el ser humano, entre ellas la psitacosis, una dolencia con síntomas similares a los de la neumonía”. Además, en los últimos años, se ha detectado un descenso considerable de otro tipo de especies autóctonas a medida que la población de cotorras ha ido en aumento. Eso es así porque este tipo de pájaro supone una competencia directa para otros a la hora de buscar el alimento.
Especie invasora
Las colonias de gorriones, por ejemplo, han sufrido una merma del 7% de media en la provincia, “ya que la superioridad física, de volumen, fuerza y resistencia de vuelo de las cotorras es considerablemente superior”. Añade también la Asociación que “la presencia masiva de estos ejemplares provoca mucho ruido por su canto constante y ensordecedor, así como suciedad alrededor de sus nidos y esto puede llegar a traer graves problemas de salubridad, higiene y sanidad ambiental en las ciudades más afectadas”.
Aunque no se pueden determinar con exactitud las causas del crecimiento tan elevado de esta especie en Almería (ocupa la provincia número 13 de España), la Asociación apunta a su capacidad de adaptación y a su facilidad para alimentarse incluso en los cascos urbanos y la ausencia real de depredadores.
Muchos particulares adquieren cotorras y después, abrumados por sus continuos cánticos, las sueltan y hacen que crezcan sin control. Es también una especie longeva que puede llegar a vivir más de dos décadas. Piden que se controlen sus huevos en la época de anidación.
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