Albox

Torrecillas: “Ha sido algo anecdótico”

El alcalde albojense afirma que estaba convencido de que subir a las redes lo del balón iba a dar qué hablar

El alcalde de Albox.
El alcalde de Albox.
Carmen López
20:33 • 13 oct. 2016

El alcalde de Albox, Francisco Tordesillas, no sale de su asombro por la repercusión que ha tenido el arresto de la pelota con la que “un grupo de preadolescentes” jugaba al fútbol en la Plaza de San Francisco del barrio de La Loma de Albox. A mediodía de ayer aseguraba que ya eren 12 los medios de comunicación nacionales que se habían puesto en contacto con él buscando una entrevista o, simplemente, una explicación a un hecho -el de llevarse el balón de cuero con el que jugaban- a la sede de la Policía Local. 




“Ha sido toda una polémica cuando es algo que es simplemente una anécdota, sin más”, apuntaba ayer a LA VOZ DE ALMERÍA. Había salido de Albox a las 4:30 de la madrugada rumbo a León por un tema personal  y llevaba todo el camino hablando por teléfono, contó. 




La plaza es la de un barrio con unos 5.000 habitantes aproximadamente. No es muy grande, tiene jardines, bancos, parque infantil y en ella está la iglesia  de San Francisco, cuya puerta de entrada venía siendo usada por los niños como portería para sus goles. 




“Ya había habido quejas, sobre todo de personas mayores y madres que acuden con sus pequeños, también de comerciantes de la zona e, incluso de feligreses, por el tema del balón y el fútbol en la plaza”, explica, pero no pelotas de goma, “balones de cuero y jugando fuerte”, añade.




Después de escuchar las quejas intentando quitarles importancia, decidió pasar por la plaza y allí estaban: “como 15 niños, incluido el portero en la entrada de la iglesia, dando pelotazos”. 




Una vecina ya mayor se le acercó con un morado en la cara diciéndole que le habían dado un pelotazo y que se había incluso mareado. Así que se acercó a los chicos y les dijo que allí no se podía jugar al balón, que había otros sitios donde hacerlo. “Hay cinco pistas para que podáis jugar al fútbol con tranquilidad y libertad, sin molestar a nadie”, les refirió, al tiempo que recogió el balón para “castigarlo”, lo llevó a la Policía Local, lo puso sobre el mostrador, le hizo una foto y la subió a las redes sociales. Ahí comenzó a hacerse grande un balón de apenas un palmo de diámetro.




Un espectáculo
"Es que echan auténticos partidos de fútbol con verdaderos balones de cuero. Consecuencia: quejas por balonazos, miedo a rotura de los escaparates, interrumpen el oficio religioso, se cuela el balón en la iglesia... Eso es lo que hay y la otra tarde decidí hacer algo”. “Me encontré todo el espectáculo, todos los preadolescentes como posesos jugando al fútbol. Hablé con ellos y les pedí la pelota para castigarla”, insiste.




Lo de llevarla a la Policía Local era por hablar con el adulto que fuera a buscarla para explicarle lo ocurrido y decirle que en esa plaza no se puede jugar al fútbol, apunta.  “Yo sabía que subirlo a las redes sociales iba a dar de sí”, y no se equivocaba. “El martes, que fue festivo, a mediodía me esperaban algunos medios para hacerme una entrevista. Ha habido mucha polémica, unos  a favor, otros en contra, otros desinformados”, dice el alcalde.


Para él -insiste-, “lo que no se puede consentir es que la gente esté en la plaza recibiendo balonazos, porque hay otros espacios”, lo que viene defendiendo desde que se produjo el famoso arresto.


“La polémica ha sido desmesurada, es tan solo una anécdota”, concluye mientras pone gasolina a la entrada de León después de llevar muchas y entretenidas horas de coche hablando todo el rato de lo mismo, eso sí, con el manos libres.



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