El Imserso frena la estacionalidad del sector turístico en la provincia

En los próximos meses, serán cientos las personas que lleguen a diferentes puntos de Almería a través del programa de turismo social del Imserso. Grupos que darán cierto empujón a algunos hoteles de la provincia para que, en los duros meses de temporada baja, puedan permanecer abiertos y mantener así a su personal en plantilla.

En total, según los datos para esta nueva campaña, serán 14 hoteles repartidos entre Aguadulce, Roquetas de Mar y Mojácar los que alberguen a los viajeros del Imserso. Elección que afectará de manera muy positiva al sector generando más de 400.000 estancias propias -a las que sumar también las de viajeros ajenos al Imserso que aprovechan que el establecimiento esté abierto en estas fechas-, así como 600 puestos de trabajo directos, más otros tantos indirectos.

Contra el calendario
Al igual que sucede cada año tras acabar le época estival y el fin de las vacaciones, son cientos los establecimientos hoteleros que echan el cierre en los meses de otoño e invierno en todo el territorio nacional, especialmente en la zona costera. Un hecho que también afecta a la provincia de Almería, a pesar de su buen clima, ya que nuestro principal atractivo turístico reside en el modelo de ‘Sol y playa’, lo que se convierte a su vez en nuestro lastre dentro del sector del turismo debido a su marcada estacionalidad.

Por supuesto, sectores como el turismo rural, el gastronómico o el cultural, entre otros, suponen también una fuente de ingresos -cada vez con más adeptos- que no se rige por el calendario y aportan sus encantos al turismo local y nacional. Pero a pesar de los esfuerzos de administraciones, establecimientos y comerciantes, el astro rey sigue conquistando buena parte de la couta de mercado.

Por esta razón, para luchar contra el calendario y paliar la estacionalidad del sector, este programa es “una importante herramienta para luchar contra la estacionalidad turística”, apuntaban desde CCOO de Andalucía al conocer los datos.

Una oferta de viajes, con subvenciones económicas para que sean más baratos, que brinda a las personas mayores la posibilidad de mejorar su calidad de vida, así como disfrutar y conocer otros lugares de la geografía española. Actividad que a su vez genera beneficios económicos en otros sectores como los servicios de transporte, restauración, comercios o agencias de viajes.

Pros y contras
Como la gran mayoría de actividades, programas como el del Imserso acarrean pros y contras para todos los afectados, como podría ser la ventaja en el precio para las personas mayores que disfrutan de estos viajes.

En cambio, para el sector hostelero programas como este aseguran su actividad comercial pero el beneficio es apenas existente. “Para mantener esos ciclos de estacionalidad cubiertos está bien, pero lo que se hace basicamente es mantener los puestos de trabajo porque el beneficio es prácticamente nulo para el hotel”, apunta al respecto Diego García, presidente de ASHAL.

A pesar de este escaso beneficio económico, “el factor humano de mantener los puestos de trabajo ya es importante” remarca García; quien añade que “está muy bien que los empleados sigan trabajando y no estén cobrando un subsidio por desempleo, eso siempre es más positivo”. Pues, tal y como reconoce, tanto para el comercio como para la propia vida de un municipio, es mucho mejor ver hoteles abiertos y gente por la calle paseando, “que algo se dejarán en los comercios aledaños”, que tenerlos cerrados.

Es por ello que el representante de ASHAL espera que el Imserso “no se pierda porque estos programas, al igual que la industria cinematográfica, cubren los meses de estacionalidad”, aunque no haya apenas beneficio para el empresario en relación al precio por persona del hospedaje y la manutención.

Un apoyo hacia el programa compartido con CCOO puesto que, además, “benefica a la oferta complementaria de la hostelería y comercio”, como apuntan desde el sindicato. Aunque Diego García no comparte la visión de éstos de crear, al margen del Imserso, un programa de turismo social andaluz, pues ve más útil gastar el dinero de las subvenciones de estos programas en mejoras en comunicaciones e infraestructuras que hagan competitivos y atractivos a los destinos por si mismos.