3.000 personas piden soluciones a los problemas del agua

Miles de personas se concentraron en la mañana de ayer en la zona del Pozo de la Rueda, limítrofe entre el término municipal de María, perteneciente a la Comarca de Los Vélez, y la localidad granadina de Orce.

El motivo de tal manifestación era demandar una solución inmediata y justa con respecto al agotamiento del principal acuífero de Los Vélez que, tal y como aseguran desde la Asociación por la Defensa del Agua de esta comarca, estaría ocasionado por la sobreexplotación de los pozos naturales por parte de las plantaciones de lechugueras en la zona.

Así, rodeados por los campos que hasta hace pocos días rebosaban de lechugas, desde las 11 de la mañana, y durante cerca de tres horas, alrededor de tres mil personas llegadas desde diferentes puntos de la geografía almeriense, murciana y granadina, según fuentes de la asociación, se dieron cita en este paraje para mostrar su descontento, de manera pacífica, ante la situación de riesgo que viven sus fuentes.

Voz al problema
“Estoy muy, muy, muy contento con el éxito de la manifestación”, enfatizaba a este periódico Pascual Soriano, presidente del colectivo por la Defensa del Agua de Los Vélez. Una situación que días previos relataba como de “desánimo ya que las autoridades no han actuado para frenarlo”, y que ayer, tras la masiva concentración, le daba cierta esperanza de poder darle disusión al problema, actuar en consecuencia y evitar males mayores para los más de 14.000 habitantes que se ven afectados por el incesante descenso del nivel de agua en los pozos.

En este sentido, según afirma Soriano, el alcalde de Vélez Rubio, Miguel Martínez, manifestó hace pocos días que “de seguir así no se podría mantener el abastecimiento continuo”. Una preocupación que plasmó ayer en sus palabras junto a los alcaldes de Vélez Blanco, Chirivel y Oria; así como algunos expertos geólogos que ofrecieron su visión del problema.

Palabras que también requieren hechos, como sería la manifestación de ayer organizada por la Asociación, o el plan previsto por los alcaldes de la Comarca, aún por concretar fecha, para encerrarse y pedir una solución.

Un problema que no entiende de partidos
Durante décadas, los habitantes de la Comarca de Los Vélez han basado su economía en los productos que la tierra les daba, como la almendra, en gran medida gracias al agua que sustentaba sus cultivos. Es por ello que en los últimos años la población de la zona esté “atemorizada” al ver que uno de sus manantiales más importantes que fluye de la montaña, el conocido como Fuente de los Molinos, haya visto reducido su caudal de 85 litros por segundo a 35 L/segundo desde 2014.

Una situación que según Diego Gea, hidrogeólogo, profesor de geología y miembro de la Asociación por la Defensa del Agua de Los Vélez; comenzó en el año 2000 con las perforaciones de los sondeos, la extracción de agua y la reconversión de zonas agrícolas en campos de regadío.

“Los pozos se han perforado en pleno acuífero de Sierra de María-Maimón-Orce, el mismo que surte de agua a todos los grandes manantiales de los Vélez”, aseguraba ayer Gea en su intervención. Y la razón por la que se oponen a esta práctica es que las extracciones de agua subterránea “alterarán el equilibrio del acuífero, habrá sobreexplotación y se agotarán los manantiales”. Un futuro incierto, pero posible, que hace necesaria la actuación de diversos colectivos sociales así como de las administraciones responsables.

Sin colores políticos
“El problema es de todos” aseguraba a LA VOZ Pascual Soriano, por lo que la actuación de las instituciones políticas, ya sean locales, autonómicas o estatales; debe huir de los colores de sus partidos y aunar esfuerzos para remar en una misma dirección. Un hecho que, al menos a nivel local, parece atender a las demandas ciudadanas y no a las partidistas al contar con la unión de los alcaldes de los municipios afectados.

En este sentido, subiendo varios escalafones administrativos, el subdelegado del Gobierno Andrés García Lorca tiene previsto reunirse proximamente con los gobernantes locales para presentarles un informe que “quizás les muestre algunas sorpresas”, comenta Soriano; quien asegura con cierto toque de guasa y de resignación que “como último recurso habrá que encomendarse a los santos”.