Decenas de personas alzan la voz en Olula del Río contra el acoso escolar

La voz silenciada de Alejandro, el menor de 13 años víctima de acoso escolar de Olula del Río, se escuchó ayer por medio de las decenas de personas que acudieron a la concentración convocada para protestar contra este tipo de violencia.

El Parque de San Pablo recibió desde la cinco de la tarde la visita de vecinos, familiares de Alejandro así como de otras víctimas de acoso escolar como Antonio, de Tahal, que narró lo vivido durante su etapa en un instituto olulense. La convocatoria se convirtió así en todo un acto reivindicativo por la adopción de medidas para acabar con el ‘bullying’.

Desde Jaén
Una de las voces presentes fue la de Francisco Muñoz, que llegó desde Jaén como representante de la plataforma ‘Escuelas de Paz-Acción por la Diversidad’. Como miembro del colectivo, redactó un manifiesto al que se dio lectura y que carga duramente contra el papel de las administraciones. Con el título de ‘El Espíritu de Olula’, Muñoz manifesta que “ya está bien” de usar “la confianza de familias en que las instituciones van a defender a sus hijos de la barbarie en los colegios para destruirles psicológicamente”. Del mismo modo asegura que las víctimas “no podemos esperar otra cosa de las instituciones que el acusarnos a nuestros hijos y  a nuestras familias de ser los culpables de nuestros propios sufrimientos que ellos han provocado”. 

Muñoz achaca la responsabilidad a las administraciones  porque “no están dispuestos a renunciar a su protocolo habitual para beneficiar a los custodios de sus hijos y a los hijos de los suyos a cambio de ejecutar sumariamente a los hijos de los demás”. Por ello, el manifiesto finalizó con peticiones como que Alejandro “sea la última víctima de esta barbarie provocada por su protocolo” y demandando la “unión” de todos para “que este 25 de noviembre sea el comienzo del fin de esta masacre continuada de menores y familias”. Con un tono más amable aunque no menor reivindicativo, que los presuntos agresores no se conviertan en protegidos y se culpabilice al agredido fue una petición que también compartió Inmaculada Rivas, madre de Alejandro.

Situación de Alejandro
La madre del joven se pronunció sobre la postura de la Fiscalía, que ha “desestimado” el alejamiento para un presunto agresor que solicita la familia en la denuncia y que se materializaría con un cambio a otro instituto. No obstante, Rivas recordó que “la última palabra la tiene un juez” y que no comparte esta postura que da a entender “que protegemos a los agresores y dejamos a la víctima desprotegida”, ya que considera insuficiente un cambio de clase, como defiende la Fiscalía.

Aún así, la progenitora de Alejandro se mostró satisfecha por las muestras de apoyo recibidas de numerosos puntos de todo el país y con la presentación de otras denuncias una vez que ha hecho público su caso. Sobre el estado de salud de Alejandro, explicó que “se le quitó la sedación y se le puso otro tratamiento con antidepresivos” además de un reajuste del tratamiento “para ver si podíamos levantarlo sin necesidad de ingresarlo pero no lo hemos conseguido”, lamentó. Ayer fueron otros los que, en su nombre y en el de otros muchos, gritaron contra el acoso escolar. 

Más de 2.500 firmas de apoyo
Además de la concentración celebrada ayer en Olula bajo el lema ‘Stop Acoso’ y solicitada formalmente por IU, formación que contó con la presencia de varios representantes comarcales, otras 2.500 personas han apoyado con su firma la solicitud para la adopción de medidas que alejen a los agresores de la víctima. En este sentido, el Defensor del Menor de Andalucía ha acordado solicitar un nuevo informe a la Delegación de Educación provincial en relación a las medidas antiacoso en el IES Rosa Navarro de Olula del Río a raíz del caso de Alejandro. El Defensor ha expresado su voluntad de abundar en la actuación de Educación a partir de dicho escrito de alegaciones así como de la información obtenida por el departamento que dirige Jesús Maetzu a partir de una entrevista con la madre del joven Alejandro.