El campo de fútbol de Tíjola se viene abajo. No se trata de una manida expresión futbolera provocada porque sus aficionados celebren con especial énfasis los goles del equipo local. El terreno de juego se cae. Literalmente.
El origen se remonta al año 2008 en el que fue construido. Entonces, el campo “se hizo sobre una escombrera que había y en la que se echaban todos los residuos de Tíjola. Los colchones, los muebles, la basura orgánica...”, explica el alcalde, Mario Padilla. “Al hacerlo sobre una escombrera y en un barranco estaba avocado desde un inicio a esto. No era el terreno más apropiado para hacerlo pero siguieron en su empeño”, lamenta en referencia al Gobierno local de entonces, ya que él no formaba parte aún de la Corporación. Padilla asegura que el campo “tiene defectos desde su nacimiento y en el 2010 el arquitecto municipal hizo un informe diciendo que se hundía. Incluso reclamamos a la Junta de Andalucía, que era la que daba la subvención”. Pero no obtuvieron una respuesta.
Inviable
El estado del actual campo se ha agravado tras las últimas lluvias torrenciales, por lo que el Ayuntamiento tijoleño ha decidido encargar un estudio geotécnico del terreno “para ver qué solución tenía de cara al próximo presupuesto municipal”, aclara el regidor.
“Cuál fue nuestra sorpresa cuando vimos en el estudio que la inversión que habría que hacer para adecuar el campo de fútbol costaría 997.000 euros”, cuenta alarmado Padilla. “Es algo inviable para el Ayuntamiento”, añade. Tal y como cuenta el primer edil tijoleño, los problemas en el campo de fútbol son visibles desde hace tiempo tanto para quienes lo utilizan para la práctica del fútbol como para quienes asisten a ver los partidos. Sus deficiencias e irregularidades en el campo saltan a la vista.
Ante esta situación, el equipo de Gobierno está barajando la posibilidad de comenzar el proyecto de un nuevo campo de fútbol, que es actualmente la opción más viable, ya que es inimaginable para un pueblo como el de Tíjola realizar una inversión como la requerida por el estudio geotécnico para el arreglo del campo actual. “Hay muchos niños apuntados en la escuela que además van muy bien y uno de los últimos partidos tuvieron que jugarlo en Serón porque el campo está impracticable”,dice el alcalde del pueblo. La solución será la construcción de un nuevo campo que podría requerir una inversión de alrededor de 300.000 euros. Además se podría utilizar el césped artificial del campo actual, lo que abarataría el proyecto.
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