La bronca en una sesión plenaria pasada entre un asesor municipal y el portavoz del PP cantoriano vuelve al salón de plenos. Los populares cantorianos han llevado al pleno de la corporación este lunes el incidente registrado en abril de 2016 entre “el asesor municipal y marido de la alcaldesa” según indican los populares, Antonio Cerrillo, y el portavoz de la oposición, José María Llamas. La intención del Partido Popular es exigir así “que se aporte al juzgado que instruye la causa penal un acta detallada” de lo ocurrido ese día. Ya entonces, Llamas interpuso una denuncia ante la Guardia Civil contra Cerrillo después de que este irrumpiese presuntamente en el pleno para increparle al grito de !gilipollas! hasta que fue desalojado por la Policía Local por orden de la regidora, Purificación García (PSOE).
La denuncia fue remitida a un juzgado de instrucción de Huércal-Overa, que incoó diligencias previas.Según ha indicado el abogado del portavoz del PP, José Manuel Urquiza, se van a elevar varios escritos en los que se pide que se “amplíe” el acta elaborada por el secretario municipal en el que se cita “de forma escueta, casi de pasada” el citado incidente para que, entre otros extremos, se identifique “a la persona que lo provocó, que no fue un cualquiera, sino un empleado municipal”, valora el letrado. “Vamos a pedir que se rectifique ese acta y que sea fiel a la gravedad de los hechos que se produjeron ya que se refieren y afectan a un concejal y, por tanto, representante público que habría sido objeto de coacciones por parte de este señor”, ha precisado Urquiza.
Denuncia de Llamas
Por su parte José María Llamas, portavoz del PP de Cantoria y hermano del exalcalde Pedro Llamas, ha lamentado la tardanza en aportar el citado acta al juzgado ya que la ley “fija un plazo máximo de seis días y los hechos a los que nos referimos pasaron el 28 de abril de 2016”. “Hay testigos y grabación de los hechos así que no entendemos porque en el acta no se refleja”, ha remarcado el edil popular.
En su denuncia, el portavoz del PP relató que temía “por su integridad y la de su familia” ya que Cerrillo, supuestamente, habría repetido este comportamiento con anterioridad, “insultándole y amenazándole en la calle” y definía al denunciado como una persona “agresiva, que es cazador”, por lo que temía que “pueda amenazarle o llegar a más con un arma de fuego”. Según recoge la denuncia, Cerrillo entró en el salón, se sentó en los bancos y, una vez “acomodado, comenzó a mirar” a Llamas, “insultándole, diciéndole cosas del tipo gilipollas” hasta que fue desalojado de la sesión plenaria.
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