La historia de una joven de Cuevas independentista catalana se hace viral

Alicia Soler se ha convertido en un ejemplo de `pluralidad` para los independentistas

Alysa, de espaldas, en una fotografía de su perfil en redes sociales.
Alysa, de espaldas, en una fotografía de su perfil en redes sociales.
Guillermo Mirón
22:44 • 01 mar. 2017

¿Puede convertirse en una abanderada del independentismo catalán una persona nacida en Cuevas del Almanzora, crecida en Vera y que, hace no tantos años, comulgaba con la extrema derecha española? La respuesta la conoce bien Alicia Soler Bernal, una joven de 22 años natural de Cuevas. 




Hace días contó en redes sociales su ‘conversión’ al independentismo en un tiempo récord (reside en Cataluña desde hace menos de tres años). Los mensajes corrieron como la pólvora, convirtiéndose en poco menos que en el paradigma de quienes defienden que el ‘procés’ y la cultura indepentista que lo envuelve no es excluyente sino todo lo contrario. 




Origen del revuelo
La explicación que esta estudiante de Ciencias Políticas y Derecho ofreció en Twitter ya ha dado la vuelta a toda Cataluña y a buena parte del país. Cuando se le pregunta por la polvareda levantada, Alysa Soler (como prefiere ser llamada) advierte que “muchos piensan que lo he hecho para llamar la atención” pero la realidad es que “iba aburrida en el tren y como se me increpaba que había dado la razón a los independentistas dije: voy a explicarlo”. Y se armó.




Llegaron las entrevistas, los reportajes y sus aclaraciones ante la avalancha de alusiones. Alysa ha explicado a La Voz de Almería su postura. “Soy mega contraria a la CUP. Estuve en las juventudes de Convergència un tiempo pero son nacionalistas y yo no. Soy liberal”, resume con un acento más cercano al catalán que al del Levante Almeriense. La finalidad de este independentismo liberal que defiende es “que la gente viva bien a través de las políticas y los principios del liberalismo. Un estado pequeño tiende a que unas políticas liberales sean más posibles”.
Su viraje político comenzó poco después de agosto de 2014, cuando llegó a Barcelona para iniciar su etapa universitaria. Arribó con una mochila llena de prejuicios. “Era más facha que Franco”, reconoce.




“Llegué a la defensiva” e incluso con actitud desafiante. “Como alguien no me quiera hablar en castellano, ya verás...” se decía. No le hizo falta enfrentamiento alguno. “Todo el mundo me hablaba en castellano. Una profesora cambió el idioma de la asignatura por mí y me iba dando cuenta de que no era para tanto y que la mitad de lo que había escuchado era mentira”. 




Viraje poítico
Un libro que no buscó  y que utilizó para aprender catalán completó su ‘conversión’. Se trata del libro ‘És l’hora dels adéus (Es la hora del adiós)’ del autor Xavier Sala i Martín. “Es liberal y está cerca de mi espectro ideológico. Me cambió las perspectiva y me hizo ver que no era algo descabellado”. 




Entiende que envueltos en un ambiente “muy tenso” sus mensajes pueden favorecer “al independentismo catalán porque desmitifica según qué tópicos” pero reitera que no comulga con partidos como Esquerra Republicana. “Me paso el día criticando a los partidos independentistas”. Y por si alguien tenía alguna duda de su oposición a la izquierda, apuntilla. “Escucho a Jiménez Losantos cada mañana”. Eso sí, en cuestión de días volverá a Cuevas del Almanzora para disfrutar de su Semana Santa, de la que se confiesa una enamorada, al igual que del toreo. “Aquí no lo puedo disfrutar”. Pequeños suspiros de España.

Apoyos de Junqueras y Rahola
Desde que Alysa Soler explicó su postura con respecto al independentismo catalán en una red social hace alrededor de una semana ha recibido numerosas muestras de apoyo. En algunos casos por algunas de las caras más visibles del catalanismo independiente como Pilar Rahola o del presidente de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras. “Testimonios claros y valientes como el de Alysa Soler demuestran la pluralidad del país”, manifestó en una red social el político catalán. Aún así, Alysa recuerda que rechaza “tanto el nacionalismo español como el nacionalismo catalán” aunque “en Almería la gente pensaba que era porque yo odiaba España o renegaba de allí. No es eso. Solo es un instrumento político -la independencia- para hacer que el sitio donde estoy viviendo pueda aumentar mi calidad de vida”. 





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